Hoy en día, con tanto tener que estar pendiente de capear el temporal con esta crisis y conservar tu trabajo, con el tema de tener que llegar a casa y hacer las tareas del hogar, con el asunto del renovarse o morir y ponernos todos a estudiar como locos y ampliar así nuestras posibilidades laborales y un largo etcétera de elementos más, es muy importante tener bien definida tu escala de valores y saber dónde están realmente tus cosas más importantes.

Peaches Geldof, hija de Bob Geldof (líder del grupo "The Bottom Rats", los de "I Don´t Like Mondays"), hace unos días iba tranquilamente paseando por las calles de Londres.

Empujaba apaciblemente el carrito de su bebé mientras hablaba por su teléfono móvil cuando, sin tiempo para reaccionar y ni siquiera sospecharlo, cuál película del terror más terrorífico, el demoníaco asfalto londinense se reveló y tomó forma del mal encarnado (encarnado en piedra, quiero decir) y atacó a la inocente dama de la manera más cruel... ¡El carrito volcaba sin control y su hijo caía lentamente al suelo a la par que el tiempo se ralentizaba a su alrededor y los animales en 80 kilómetros a la redonda salían en estampida al grito de pavor de Peaches, "NOOOOOOOOOOOOOO"!

Por suerte, más vale unas buenas manos firmes y poderosas que la fuerza; que la fuerza de levantar el carrito, quiero decir.

La "Melocotones", ni corta ni perezosa, mientras su hijo comía cemento para pena de sus dientes de leche, decidió que el mal menor era no dejar caer su carísimo terminal telefónico tal y cómo se ve en las fotografías con las que acompañamos la noticia.

Que hijos se pueden tener muchos en la vida pero iPhones, al precio que los están poniendo los jodíos, sólo uno. (Y a tí te encontré en la calle. Chato).