Las Queers – Loco Club. Valencia 16-02-13

Las Queers – Loco Club. Valencia 16-02-13

Para ser un sábado en el que por otras salas se celebraban presentaciones de festivales, iniciativas audiovisuales o aniversarios de algunos medios me comunicación, nosotros decidimos “colarnos” en una celebración un tanto menos rutilante pero sí más señalada. Tanto como compartir el 6º aniversario de Las Queers en el Loco Club de Valencia. Una trayectoria en la que esta cabaret-big band en femenino plural se conjuga con los pretéritos del funk, los imperfectos del rock y los subjuntivos del soul declinando sentido del humor. No se trataba de “esa banda de chicas que hacen versiones”, como comentaba algún (despistado) entre los asistentes... sino de un verdadero espectáculo en el más estricto sentido de la palabra.

-Tomad aire- Patri (voz), Isabella (teclado), Ana (saxo), Maca (guitarra), Clara (bajo), Bea (batería), Mónica (voz), Gema (voz) y Mire (voz) -podéis tomar aire otra vez- son Las Queers, ese batallón de flow desmedido y de autodeterminación escénica. Tanta como “deshacerse” (en el buen sentido) de hombres para emprenderla directamente con temas que parecían “intocables” en esa transmutación de género. Siempre con el funk como hogar en el que refugiarse, pero arriesgándose en muchos casos a hacer volar por los aires algunos temas de esos “intocables”. Y ahí reside lo complicado y arriesgado de este proyecto, el arremeter contra grandes temas y salir victoriosas.

Tanto como comenzar lanzando el show desde arriba del todo, con un “Block cell tango” que marcaba el territorio que Las Queers pisarían. Adaptado al show para que la banda no cometiera los mismos delitos que las chicas de Fosse, debemos reconocer que con ese inicio se jugaban mucho. “De todos los musicales del mundo, de todos los temas escritos para musicales, ¿por qué han tenido que coger este?”, fue lo primero que pensamos temiéndonos lo peor. Sin embargo desde el escenario acallaron con un “Zas, en toda la boca” musical ese hedonismo del que adolece la prensa musical y del que también, las cosas como sean, somos víctimas desde estas líneas. Y si eso era lo que ya demostraban en los primeros minutos de concierto... ¿qué nos depararía su setlist?

Si la elección de los temas consiguió manejar a placer la marcha del show, hay un elemento que quizás pase desapercibido pero que se convierte en la 10ª Queer, y es el sentido escénico de este espectáculo. Porque esto, más allá de que pudiera ser un conciertillo de sábado noche, fue un sincero alarde de trabajo en las coreografías vocales y también en las bailables. Hacerse con el respetable sin esforzarse, conseguir esa empatía con la sala, solo es posible cuando la sinceridad musical hace acto de presencia, la misma que se esparcía por el Loco Club.

Las Queers le cambiaron el sexo a los chicos que saltaban a la pista de Guille Milkyway y batieron el “Billy Jean” (sombrero incluido) con el “Like a Virgin” en un modo '80 on. Cambiaron de idioma para que Nina Zilli dejara constancia de que “L'amore è femmina”, nos revelaron que el verdadero “Rolling in the deep” no es exclusivo de Adele y convirtieron a Bruno Mars en otra de las presas de aquella cárcel en Chicago... Por no hablar de que si Lady Gaga llamara a las puertas de Las Queers, quizás nadie le abriría, pero sí que le cogerían prestado algún pellizco de locura.

¿Más retos? ¿Qué tal liarla con la banda de Cobain? Sí, así fue. Un “Smells like teen spirit” que había dejado de “apestar” y que Mónica (voz) e Isabella (violín) terminaron desangrando por todo el escenario. Más visceral y emocional (pese a que la letra sigue siendo... bueno, lo que era) y consiguiendo que más de uno de los asistentes acabara derramando sentimientos por los lacrimales. Y esto, mis amigos, no es exageración. Detrás hay un espléndido trabajo de adaptación que las más de las veces, cuando alguna formación decide hacer una versión u otra, queda olvidado o en segundo término. No es el caso de Las Queers, desde luego.

No solo estuvieron las 9 chicas sobre el escenario, sino que también quisieron compartir la noche con Sergio Sanz, responsable de los temas originales “El roce y el cariño” o “Negocios”, o con Frank Alonso, maestro de ceremonias e invitado (indispensable) en el negro “Feeling good”. Con ellos o sin ellos, hay algo que podríamos decir trasciende a la banda, y es el sentir cada paso que dan (por muy costoso que sea), somatizarlo y disfrutarlo. Solo bajo esa premisa se consigue lo que Las Queers lograron esta noche, transmitir vívidas emociones y regalar sentimientos musicales.

Uno de esos cumpleaños en los que, aunque no hubiera palomitas o globos, la sensación de diversión y de colorido sonoro atrapó a los asistentes. Tanto como acabar desinhibiendo las ganas y terminar moviendo los pies para disfrutar de una noche de raíz y guiños musicales. Diversión entre los asistentes pero, más aún, sobre el escenario del Loco Club con las 9 “queers”+2 rompiendo reglas y consiguiendo algo que hacía bastante tiempo no veíamos en una sala de conciertos: mantener el aplauso del público. Quizás (como auguraban en el vídeo teaser del aniversario) estas heroínas no tuvieran poderes mayúsculos, pero sin embargo conseguirían que todos reconocieran ese “I need a hero” como un “must”... Heroínas, en femenino plural del indicativo de admiración...: a sus pies.