Xoel López en el 15 Aniversario de la Revista Efe Eme - La Rambleta. Valencia 13-12-13
Viernes, 13 de Diciembre. Llega por fin la noche que muchos estábamos esperando, con tal cantidad de motivos que sería imposible enumerarlos todos; así que nos vamos a quedar con los evidentes, con los que se pueden contar, con los estrictamente musicales. La Revista Efe Eme cumple quince años, y lo han querido celebrar con tres conciertos que son un gran regalo para el público valenciano: Iván Ferreiro, Xoel López y Juan Perro. Anoche era el turno del segundo, y el pago de una deuda. Una deuda que contrajo con nosotros la última vez que tocó en nuestra ciudad, cuando nos prometió que volvería, esta vez con banda. Aquella noche en Wah Wah a algunos nos supo a poco lo que nos ofrecía el gallego. No por su figura, que ya es enorme y llena el escenario como pocos saben, sino porque echamos de menos la contundencia y electricidad en los temas de Deluxe. "Atlántico" es un disco perfectamente disfrutable en acústico, a solas con una guitarra y su voz, pero su época anterior pide grupo, pide guitarras y ruido.
El concierto del viernes era la perfecta ocasión para degustar todas las facetas de Xoel López, para hacer un recorrido por su larga carrera y sus distintas personalidades, por sus viajes y vivencias, por sus distintas visiones de la música que al final concluyen en ese disco tan personal que es "Atlántico", el primero que firma con su nombre. Xoel es Deluxe, es Lovely Luna, es The Elephant Band o la cabeza de La Caravana Americana. Distintas pieles para un chico coruñés que se adentró desde bien joven en el mundo de la música. Cada uno tendrá sus preferencias y debilidades, pero no es posible adentrarse en su universo sin tener una visión global de su carrera. De ese viaje en el que al final opta por ser él mismo.
En ese viaje, metafórico y real, que parece haber terminado (Al menos de momento) está perfectamente acompañado por una banda que es complemento ideal: David Quinzán al bajo, Felix Arias a la guitarra y Fernando Lamas a la batería. Y no podemos dejar de destacar a Lola García Garrido, multinstrumentista (percusiones, ukelele...) y derroche de vitalidad sobre el escenario.
El concierto comienza, como no podía ser de otro modo, con "Buenos Aires", tema que transmite ese desgarro bien conocido por todos los que dejan su casa para adentrarse en territorio desconocido, en el que se debaten la nostalgia por lo que dejan atrás y los brazos abiertos al otro lado ("Salté de un recuerdo lejano a dejarme caer como hoja en la hierba, a perderme en tu jardín plateado"). "Hombre de ninguna parte" continúa en la misma línea, en ese momento de transición en el que no importan las fronteras porque no te sientes de ningún sitio. Con "La Gran Montaña" se cierra esta especie de trilogía de la nostalgia ("Pero fue al entrar cuando se dio cuenta. Había llegado a casa"). Xoel ha encontrado su sitio.
A estas alturas de la noche, el público está completamente entregado a lo que nos ofrecen el coruñés y su banda. Los gritos pidiendo uno u otro tema se suceden, sobre todo los de la época Deluxe ("Perlas Ensangrentadas" es uno de los más fervorosos, pero Xoel sale del paso haciendo gala de su humor).
Llega el momento de los agradecimientos y el principal es para los organizadores del evento, en especial para Juan Puchades, director de Efe Eme, y Manolo Tarancón (La Viejita Música). A ellos les dedica "Reconstrucción (El Mejor Momento)", uno de los himnos de su carrera, que forma parte de un magistral trabajo que no recuerda bien si fue disco del año en la conocida revista musical. "Requiem" hace levantar al público y junto a "Reconstrucción" forma el gran momento de la noche, en el que cientos de gargantas gritan con rabia eso de "No, no fui yo quien dejó morir las cosas", recordando esa última función de alguna relación pasada y no olvidada del todo, de esas que aún escuecen cuando aparecen por nuestros recuerdos.
Y después de rozar la cumbre, nos presenta al otro responsable de su sonido, a Juan de Dios, su productor y compañero de años, que no ha querido perderse la celebración y sale al escenario con su guitarra para acompañar a Xoel en lo que queda de concierto. "Tierra", una de las mejores letras de su carrera, pone un punto álgido en el estado de ánimo del público. Nadie puede permanecer indiferente a esta reconciliación con el pasado, al momento en el que fluyen las ganas de volver a casa.
"Historia Universal (El Amor no es lo que Piensas)", es la última canción antes del bis, en el que el gallego sale solo e interpreta al piano "De Vino y Espejos". "El Cielo de Madrid" recuerda un viaje anterior, otra vida, y "De Piedras y Arena Mojada" vuelve a "Atlántico" para poner fin a este periplo, a una de esas grandes noches en las que se hacen patentes las razones por las que muchos amamos la música en general y las canciones del gallego en particular.
Patada al amplificador, la armónica por los aires y un amago de lanzar su guitarra que se queda en sonrisa y en una demostración patente de que nosotros no somos los únicos que hemos disfrutado de las dos horas que dura este recorrido de uno a otro lado del Océano Atlántico.
Xoel ha regresado para quedarse, o al menos eso deseamos todos, pero si para reaparecer con ese talante, esa genialidad y esa generosidad en la composición ha de hacer otro viaje, que lo haga. Pero que vuelva pronto. En esta parte del oceáno le echaremos de menos.
El concierto del viernes era la perfecta ocasión para degustar todas las facetas de Xoel López, para hacer un recorrido por su larga carrera y sus distintas personalidades, por sus viajes y vivencias, por sus distintas visiones de la música que al final concluyen en ese disco tan personal que es "Atlántico", el primero que firma con su nombre. Xoel es Deluxe, es Lovely Luna, es The Elephant Band o la cabeza de La Caravana Americana. Distintas pieles para un chico coruñés que se adentró desde bien joven en el mundo de la música. Cada uno tendrá sus preferencias y debilidades, pero no es posible adentrarse en su universo sin tener una visión global de su carrera. De ese viaje en el que al final opta por ser él mismo.El concierto comienza, como no podía ser de otro modo, con "Buenos Aires", tema que transmite ese desgarro bien conocido por todos los que dejan su casa para adentrarse en territorio desconocido, en el que se debaten la nostalgia por lo que dejan atrás y los brazos abiertos al otro lado ("Salté de un recuerdo lejano a dejarme caer como hoja en la hierba, a perderme en tu jardín plateado"). "Hombre de ninguna parte" continúa en la misma línea, en ese momento de transición en el que no importan las fronteras porque no te sientes de ningún sitio. Con "La Gran Montaña" se cierra esta especie de trilogía de la nostalgia ("Pero fue al entrar cuando se dio cuenta. Había llegado a casa"). Xoel ha encontrado su sitio.
Una pausa, quizá para evaporar recuerdos, y el músico nos recuerda su anterior visita a Valencia. El ambiente se distiende notablemente, las emociones dan paso a la sonrisa cómplice y presenta a Felix Arias, compañero en Lovely Luna. Una versión un tanto diferente de "Parando el Tráfico" sirve de homenaje para esa etapa tan importante en su carrera. "Por el Viejo Barrio" y "Caballero" retoman su último disco, tras lo que llega lo que muchos estábamos esperando, la visita a la anterior etapa de su carrera. "Pájaros Negros" suena potente en el escenario de La Rambleta, Xoel se luce a la guitarra, besándola al terminar, y nos dice lo que todos sabemos: Que esta es la prueba de que Deluxe no muere con Xoel López. Y vaya prueba..."La Boca del Volcán", "Joven Poeta", "El Amor Valiente" y "Desafinado Amor" dan paso a una espectacular interpretación de "El Asaltante de Estaciones", quizá la canción más completa de "Atlantico".
A estas alturas de la noche, el público está completamente entregado a lo que nos ofrecen el coruñés y su banda. Los gritos pidiendo uno u otro tema se suceden, sobre todo los de la época Deluxe ("Perlas Ensangrentadas" es uno de los más fervorosos, pero Xoel sale del paso haciendo gala de su humor).
Llega el momento de los agradecimientos y el principal es para los organizadores del evento, en especial para Juan Puchades, director de Efe Eme, y Manolo Tarancón (La Viejita Música). A ellos les dedica "Reconstrucción (El Mejor Momento)", uno de los himnos de su carrera, que forma parte de un magistral trabajo que no recuerda bien si fue disco del año en la conocida revista musical. "Requiem" hace levantar al público y junto a "Reconstrucción" forma el gran momento de la noche, en el que cientos de gargantas gritan con rabia eso de "No, no fui yo quien dejó morir las cosas", recordando esa última función de alguna relación pasada y no olvidada del todo, de esas que aún escuecen cuando aparecen por nuestros recuerdos.
"Historia Universal (El Amor no es lo que Piensas)", es la última canción antes del bis, en el que el gallego sale solo e interpreta al piano "De Vino y Espejos". "El Cielo de Madrid" recuerda un viaje anterior, otra vida, y "De Piedras y Arena Mojada" vuelve a "Atlántico" para poner fin a este periplo, a una de esas grandes noches en las que se hacen patentes las razones por las que muchos amamos la música en general y las canciones del gallego en particular.
Xoel ha regresado para quedarse, o al menos eso deseamos todos, pero si para reaparecer con ese talante, esa genialidad y esa generosidad en la composición ha de hacer otro viaje, que lo haga. Pero que vuelva pronto. En esta parte del oceáno le echaremos de menos.
Xoel López "Reconstrucción (El Mejor Momento)"
Xoel López "Joven Poeta"
Más Info:
me encanta Xoel y me encanta que allá por donde vá, deja huella.
ResponderEliminarY la seguirá dejando. Xoel tiene muchas más cosas que contarnos, estoy segura.
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