Bob Wayne & The Outlaw Carnies – Sala Rocksound. Barcelona – 8/06/2014. 

La noche del pasado domingo se saldó con un llenazo de esos que nos gustan tanto, y nos alegra especialmente no sólo porque era el último concierto de la gira española de Bob Wayne y sus Outlaw Carnies, sino que con ese bolo se ponía punto y final a las celebraciones del sexto aniversario de la sala rock por excelencia de Barcelona, Rocksound. 

Pero vayamos al concierto en sí. Nosotros nos enfrentábamos por primera vez al directo de Bob Wayne, pero ya íbamos bien aleccionados por las alabanzas de aquellos que le habían visto en giras anteriores. A raíz de esas crónicas nos esperábamos mucho y, a toro pasado, podemos decir que Bob Wayne cumplió con las expectativas sobradamente. 

Dos horas de concierto, algo demasiado difícil de ver en la actualidad, es lo que nos ofreció el de Seattle, pero la duración del set no fue lo único poco común del bolo. A menudo se utiliza la expresión “romper la cuarta pared” cuando un músico, actor,… se dirige directamente al público y le integra en el espectáculo. En el caso de Bob Wayne, todavía no tengo claro si fue él o la propia audiencia quien rompió el muro, pero el caso es que éste desapareció casi desde el inicio del show. Prueba de ello es la gran cantidad de temas del setlist que fueron propuestos, muchos de ellos espontáneamente, por el público, Mack o Blood to Dust por ejemplo. Wayne no puso ningún problema, llegando al punto de interpretar algún tema que nunca había tocado en directo, como tampoco lo hicieron los Carnies, cosa que todavía me llama más la atención. Teniendo en cuenta que la banda de acompañamiento de Wayne va variando constantemente, el hecho de seguirle sin problemas demuestra el dominio que tienen de todo su repertorio. 

Así pues, a lo largo del set fueron cayendo temas como Evangeline, Sam Tucker, Hillbilly Heaven o Till I Die de su nuevo trabajo, Back to the Camper, mezclados con los habituales Love Songs Suck, Everything’s Legal in Alabama, Get There When I Get There, Driven by Demons, La Diabla, Working Men, Fuck the Law (con su estribillo coreado por los asistentes en castellano como ha sido costumbre en esta gira), Wired Up, Work of the Devil o Wives of Three. La fiesta acabó alrededor de la medianoche con la sentida Spread my Ashes in The Highway. 

Bob Wayne no se limita a cantar, es un narrador de historias, de cuentos sobre autopistas y brujas y demonios la mar de terrenales. Tiene una capacidad para interpretar enorme y, eso, unido a lo evocadoras que son sus letras, atrapa la atención del oyente irremediablemente, cosa especialmente meritoria cuando está delante de una audiencia con un conocimiento del idioma inglés limitado. Está claro que los cuentos nos gustan, son universales y poco importa la lengua en la que estén narrados, sobre todo si el cuentacuentos tiene tanto oficio como Bob Wayne.

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