Planet of Zeus – Sala Rocksound. Barcelona – 20/09/2014. 

El pasado sábado, mientras la mayor parte de los barceloneses deambulaban de escenario en escenario del BAM, un pequeño grupo de irreductibles nos reuníamos en la Sala Rocksound para establecer contacto con los atenienses Planet of Zeus y celebrar como es debido la publicación de su último trabajo, el fantástico Vigilante. 

El stoner de Clutch y el metal de Pantera aderezados con algo de southern rock. Y todo ello, en un solo grupo, ¿hacen falta más razones para no perderse el concierto? Por si buscáis alguna más no tenéis más que visionar alguna de las grabaciones que corren por Internet de sus conciertos y comprobaréis que Planet of Zeus cuentan con una gran repercusión en la escena stoner de su país, tienen un gran poder de convocatoria y sus fans son bastante salvajes. 

Sin embargo, aquí la banda apenas es conocida por algunos aficionados al género. Así que, pese a que las expectativas eran elevadas, temíamos no poder disfrutar del directo del cuarteto en toda su plenitud por falta de público o por falta de reacción de los asistentes. Por suerte nos equivocábamos. Ignoramos si existe una comunidad griega de aficionados al stoner en Barcelona o si se los trajeron de casa, pero digamos que ambiente y pogos no faltaron. Sobre todo en la segunda mitad del set, momento en el que empezaron a caer los temas más carismáticos de la banda y la furia griega se desató. 

Aunque el peso de Vigilante en el setlist es importante, Planet of Zeus no se olvidaron de sus anteriores trabajos, Eleven the Hard Way y Macho Libre, e incluyeron temas como Something Wrong y Woke Up Dead del primero o Macho Libre, Dawn of the Dead, Leftovers o Vanity Suit del segundo. Quizás canciones como The Great Dandolos, A Girl Named Greed, Vigilante o Burn this City Down destaquen por su variedad, su groove y por la exhibición vocal que en ellos hace Babis, pero hay que reconocer que la brillantez de Leftovers o Vanity Suit no se queda atrás, construyendo entre todas un setlist tremendo ante el que es imposible quedarse indiferente. 

En definitiva, aunque nos hubiera gustado que el concierto fuera algo más largo, nos marchamos a casa con las cervicales magulladas y satisfechos. No hay duda de que nos van a ofrecer grandes cosas estos chicos. Tiempo al tiempo. 

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