La quinta edición de Girando por Salas (GPS) nos proporcionará, por fin, la oportunidad de degustar en directo "El Hambre, el Enfado y la Respuesta", el segundo trabajo de los barceloneses Egon Soda.
Hay discos que suenan a todo y a nada, que poseen una mezcolanza de estilos e influencias que no conducen a un camino claro ni se aferran al oído en la escucha. Asentar un trabajo heterogéneo y que suene compacto sin perderse en un callejón sin salida no es fácil, y menos cuando los responsables del mismo tienen un recorrido musical diverso y carreras divergentes. En el caso de Egon Soda, la mezcla es el éxito, la consistencia de unas canciones que beben de diferentes referencias, de un conjunto de musicalidades que no logras parcelar o identificar pero que están presentes en cada nota.
Super banda o simplemente un grupo de amigos que sienten la necesidad de reunirse de vez en cuando a tocar, Egon Soda forman una banda atípica en el panorama nacional. Una carrera de 13 años, con únicamente dos discos publicados que han recibido en muchas ocasiones la etiqueta “de culto”, y un leve halo de misterio por lo poco que se prodigan en directo. La banda barcelonesa publicó en 2008 “Egon Soda” con Cydonia, el sello de Ramón Rodríguez, convirtiéndose en uno de los discos del año para gran cantidad de medios especializados y para ese sector del público que busca sensaciones diferentes. Once cortes que delimitan un universo pleno de referencias literarias y cinéfilas, melancolía y guitarras delicadas que se rompen en ocasiones en el momento justo.
Ricky Falkner, de Standstill (presencia imprescindible en los últimos años), aporta bajo y personal voz a las composiciones de Ferrán Pontón (guitarra). Xavi Molero (batería) y Pablo Garrido (guitarra) completan el cuarteto de amigos que, cinco años después de debutar, editó “El Hambre, el Enfado y la Respuesta (El Segundo Difícil Disco de Egon Soda)”. Un segundo largo imaginamos que difícil por lo dilatado del espacio de tiempo que transcurrió entre los dos, pero que realmente no hace más que confirmar la trayectoria ascendente y el cada vez mayor brillo que imprimen a sus composiciones. Nada más y nada menos que un doble disco, 20 canciones no conceptuales que dejan patente más si cabe el excelente ensamblaje de referencias y estilos.
Una base pop rock aparentemente sencilla pero que recoge destellos de country, folk y americana (e incluso cierto toque aflamencado). Unas guitarras y percusiones que, esta vez sí, rompen del todo (la mano de Charlie Bautista es omnipresente) y otorgan un mayor valor si cabe a un trabajo que hay que descubrir con paciencia y dedicarle tiempo, en el que cada escucha destapa capas de sonido nuevas y mensajes ocultos.
Un disco grabado en directo, en 10 días, que parte de canciones que Ferrán Pontón acumulaba en sus bolsillos, pero que transmite la sensación de inmediatez y frescura que da ese formato, y que por fin podremos disfrutar en nuestra ciudad en directo. Será el próximo jueves 5, en la Sala Wah Wah, gracias a la quinta edición de Girando Por Salas (GPS) . Este año se han seleccionado 40 artistas emergentes para recorrer el país, dándoles la oportunidad de tocar fuera de su comunidad autónoma y apoyando de este modo el circuito de salas de conciertos. Y, en los tiempos que corren, cualquier iniciativa de este tipo no puede más que ser bien recibida. Sobre todo, si nos proporciona la oportunidad de disfrutar de una banda que históricamente se ha prodigado tan poco sobre los escenarios como Egon Soda.
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