NOVEDADES

martes, junio 16, 2015

Pentatrónica no hace canciones, hace cócteles molotov.

Foto: Rafa "Tanaka" Monzó

Pentatronika enciende el viernes 19 de junio en Deluxe su "Fuego" 


Todo un personaje, definitivamente, Guillermo Artés es todo un personaje. Cualquiera que se haya cruzado con esa expresión plácida, esa mirada ladina e inteligente que deja entrever algo de cinismo y fino sentido del humor, de ese que falta en el mundo, dirá lo mismo. Su presencia no pasa inadvertida: es un tipo sereno, elegante, que se preocupa (se nota) bastante por su aspecto. Siempre va vestido moderno y sabe escoger bien sus prendas, a un bien encontrado medio camino entre la sobriedad y el colorismo. Cuando uno se para a charlar con él, a menudo tiene reservados comentarios punzantes, cargados de ironía y a veces un tanto surrealistas, pero siempre interesantes. Lo que más atrae de él es que, a pesar de rozar la mediana edad, ser padre de familia y tener una vida más o menos convencional, nadie duda ni por un momento que esa mirada encierra todavía al chiquillo que invierte exactamente la misma pasión y entusiasmo en lo que le gusta que cuando el hombre en cuyo cuerpo se aloja tenía diecisiete años. Y es que no para: se le puede ver en casi todos los conciertos que tengan algo de interés en la ciudad, escribe en blogs, toca cuando puede y compone canciones que ahora, además, ha querido que funcionen como granadas de mano lanzadas contra todos los parásitos de esta mierda de sociedad "del bienestar" en que nos ha tocado vivir. 

Foto: Rafa "Tanaka" Monzó
Guillermo ahora se hace llamar Pentatrónika, le gusta el blues -cuanto más guarro, mejor- y está cabreado. A diferencia de muchos, no quiere ser imbécil y verter sus frustraciones jodiendo a los demás y, a diferencia de algunos , tampoco quiere ser un cretino y quedarse quieto frente a los que le cabrean. Un buen día, Guillermo decidió hacer las cosas de forma cruda, de forma visceral. Decir una serie de verdades que requerían ser dichas y que no estaba diciendo casi nadie. Decirlas con saña y sin ningún tipo de floritura. Lenguaje claro, diáfano y perfectamente entendible por todos. Guitarrazos afilados, letras sencillas, cosas claras. 

Todo esto se traduce, por supuesto, en un trabajo final. Un disco que llega mucho tiempo después de su anterior aventura como Guillemka, cuyo "Apagón analógico" editó Malatesta Records allá por 2009 y muchísimo después, claro, de sus años al frente de la banda Kindergarten, con quienes lanzó varios lp's que se encuentran entre lo más significativo del indie local del pasado siglo. El Sr. Artés se lo toma con calma, por tanto, pero eso es bueno porque significa que las cosas las dice cuando realmente tiene algo que decir y no cuando se lo dicta nadie o se lo demanda el ego. Y lo que tiene que decirnos hoy es tan distinto de lo anterior y genuino que ha requerido hasta un cambio de nombre. Nada menos que la escala paradigmática del blues, adornada con esa "k" que le da la pincelada punk. 

Foto: Rafa "Tanaka" Monzó
Y encima el disco se titula "Fuego" (Hall of fame, 2015), ahí es nada. El cabreo llevado a niveles de incandescencia supina en forma de pildorazos de blues cortante y servido crudo como el sushi. Actitud chulesca cocinada con actitud punk, de la bien asimilada, no en vano Guillermo es gran melómano. Recuerda los tiempos del 77, cuando las cosas se decían escupiendo a la cara de la sociedad, sin importar el aspecto ni si se gritaba más que los demás. Aquí no grita, canta tranquilo pero firme y se mete con todo. Ningún títere queda con cabeza: los indies festivaleros, los políticos que no saben decir la verdad, la corruptela del día, el vil metal que nos convierte a todos en putas de cristal, Cospe Dahl, los japoneses y sobre, todo, esta España mía esta España nuestra en la que nos ha tocado habitar por cojones y que nos ahoga cada vez más. "Spain's pain" se titula la última canción del disco. Gran verdad. 

La música que abraza estos cócteles molotov para darles forma de canciones no es menos abrasiva. Para ello ha sabido rodearse de los compinches adecuados. Como en su anterior trabajo, a las labores de producción, baterías y percusión, el nunca suficientemente bien ponderado Dani Cardona y para las colaboraciones, un buen despliegue de talento musical de la terreta: Santi Serrano, Gilbertástico, Lanuca, Carolina Otero, Antonio Chumillas "Chumi", Roberto Fort e incluso la hija de nuestro héroe, Violeta, haciendo bonitos coros. Todo queda en familia para una serie de trallazos inmisericordes de blues eléctrico y sin maquillar. No se ha andado con rodeos. La melodía, lejos. Él mismo reconoce que desechó canciones pop que le gustaban porque no cabían en el concepto que tenía en mente. Quería crudeza y ha dado en el clavo: el disco funciona casi sin fisuras y logra dar el puñetazo al estómago que tenía planeado. Misión cumplida: "chicas con ukeleles", "Fuego" o "blues de Cospe Dahl" son algunas de las mejores canciones que haya hecho jamás su autor. No es fácil confeccionar certeras radiografías de lo que pasa alrededor de uno. Decir las cosas tan a las bravas y no morir en el intento, sin sonar cursi o infantil, es algo que no está al alcance de cualquiera. Guillermo, en mi opinión, puede sentirse satisfecho al respecto. Todos queríamos oír a alguien decir estas cosas y además, decirlas así. 
Foto: Rafa "Tanaka" Monzó
Ya hizo una presentación desnuda de su nuevo trabajo en el marco del Aperitiver que todos los sábados organiza Verlanga en el Tulsa Café de Benimaclet, pero ahora toca la puesta de largo con banda. Dani Cardona a la percusión, Rubén Marqués al bajo y varias sorpresas, arroparán a Pentatrónika en la presentación que está prevista para este viernes en el Deluxe Pop Club. Veremos allí si "el punk no ha muerto, el punk ha vuelto". 

El concierto será a las 22.30 horas. Deluxe Pop Club se encuentra en la calle Poeta Mas y Ros, nº 42. La entrada cuesta 5 euros. 


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