Hay
cumpleaños que se celebran por todo lo alto y los de Discos Bora Bora siempre tienen algo especial, bien sea por lo
original y bien escogido de sus carteles o por el buen gusto que tienen Don
José y Mariajo para organizar sus fiestas. El resultado es que, desde que
anunciaron visita de Aerolíneas
Federales a Granada la expectación por ver este grupo vigués formado en
plenos 80’ hacía intuir un concierto dinámico y divertido, como no pudo ser de
otra forma.
Aterrizaje
perfecto de una formación “casi” original con Miguel Costas (New Borde), Silvino
D. Carreras (Bollito Singerman), Luis Santamarina (Dona Sangre) y las voces de Coral Alonso y Rosa
Costas que entraron en pista directamente con uno de sus grandes éxitos y
directos al grano con su “Rollo porno”.
A partir de
ahí, volvían a pedir pista para el despegue con temas como “Asesiné a mi novio”,
“Gualberto”, “Non teño diñeiro”, “Mi chica dijo sí”, “Ahora soy feliz”, “Oh,
qué calor”, “Soy una punk” (si tenéis más de treinta años seguro os las sabéis
todas) y un apoteósico final donde, esta vez sí, todo el público se la sabía,
una de las canciones que les hizo más famosos “No me beses en los labios” con
la que daban por finalizado un concierto especialmente recomendable para
nostálgicos de los 80’ con ganas de “mover el esqueleto” (anda, decidme también
que no usabais esa expresión cuando salíais a bailar un sábado noche).
Los bises,
dedicados a “Vacaciones” y “Quiero RnR” no aportaban mucho más a la dinámica de
un grupo que en plena madurez personal decidieron regresar a los escenarios
hace unos años tras un parón de nada menos que veinte años y que lo hicieron
recuperando sus éxitos y ese espíritu joven y punk, a veces incluso surrealista
y desternillante con el que la banda se hizo con los escenarios de una
generación que aún iba a las discotecas a bailar. Veinte melocotonazos en un
setlist que resume perfectamente sus diez primeros años en activo.
Lástima que
los teloneros, unos Harakiri Beach
que se curraron de verdad el bolo, y que llegaban dando mucha frescura y buen
rollo a un panorama musical que a veces se hace endogámico en la ciudad, no
tuvieron la asistencia de público que se dio cita después con Aerolíneas, porque
está claro que el grupo representa un nuevo sonido y una nueva forma de hacer
música, entre el punk gamberro, la electrónica el psicosurrealismo hiperbólico
y la sensación de haberse metido en pleno doblaje de “Pillando purpos”.
Dispuestos a
hacer música de otra forma pero como ellos mismos dicen en uno de sus temas “Sexy
pero no chabacano”, es decir, atrevido pero no excesivo, estos auténticos
cazadores de medusas que acaban de estrenar trabajo hace unos días (Cazador de
Medusas – 2015) vienen con las redes bien cargadas y mucha energía para
repartir próximamente en las salas así que atentos, que no todo puede ser
nostalgia con grupos llegando así de fuerte.
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