La gira de presentación de "Hotel Florida", el segundo trabajo en solitario de Ricardo Vicente, recaló el viernes pasado en Deluxe Pop Club. Un directo defendido con calidez y potencia que conectó con el público desde el minuto uno y en el que, catamos al músico zaragozano en un estado creciente como gran narrador de historias. 

"Hotel Florida", hilvana una historia a través de nueve escenas captadas a través del ojo de una cerradura y musicadas a través de la esencia del pop y folk preciosista, dónde las melodías se acomodan a sus letras, marcando el ritmo vital del disco; un claro ejemplo de la sencillez convertida en elegancia y belleza. El concierto además de presentar gran parte de las nuevas canciones, rescató cortes de "El Perro es mío" de Francisco Nixon, de su proyecto con Nixon y Ramón Rodríguez, "El Problema de los Tres Cuerpos", y de "¿Qué haces tan lejos de casa?, su primer trabajo; una ruptura justa y necesaria para el directo del hilo argumental del disco.


La base rítmica de Nahúm García al bajo (productor del disco), y Enrique Moreno a la batería (La Costa Brava), banda que secundará a Ricardo durante la gira "Maracas de Fuego Tour", alcanzó, pese a la falta de su rodaje, un perfecto ensamblaje en el particular setlist previsto para su cita en Valencia. Una muestra palpable de la complicidad que se gasta con sus compañeros de viaje; Nahúm como aventajado de los matices sonoros de las canciones y Enrique Moreno como compañero de mil batallas desde hace veinte años. "Muriendo de Frío", el corte que abrió la noche, fue un arranque perfecto para comenzar a impregnar ese poso emocional que caló en lo más hondo en los interiores de un público expectante y altamente receptivo.

Un escritor con el don de describir a la perfección las relaciones humanas y todos esos sentimientos, miradas y giros emocionales que las rodean. Las airea desde la sencillez y las destapa desde un prisma personal consiguiendo retratar la crudeza y la realidad de una forma innata; así pasó con la dulce ranchera de aires folk de "Langostas en el Nilo", la dulce contradicción de "El Milagro de Milán", la belleza ensalzada con maestría de "Palacio de Gansos" y la melodía perfecta de "A Joni Mitchel Con Todo Mi Amor", entre otras.

Ricardo Vicente ayuda a través de sus canciones a decir en voz alta alguno de nuestros pensamientos más ocultos, destripando a golpe de pluma punzante nuestras vísceras, una inteligente forma de encarnizar con el único fin de sacarnos de nuestra zona de confort. No estamos ante un acto de crueldad sino delante de un pacto de honestidad sublime que nos reconcome y expulsa los miedos de una realidad latente. Con cortes como "Hablando en Serio", "Como Que Sale el Sol" o "Roméo Dellaire", encontramos esas soledades buscadas que están tan presentes en el disco, a través de los relatos del personaje que aspira a ser escritor y que se frustra en el camino, descubriendo la incapacidad de hacer justicia con lo que ha vivido. "Trampa 22", uno de los cortes más grandioso del disco y el preferido de Richi, adquirió enormes dimensiones consiguiendo uno de los momentos más relevantes del directo.


"Belleza y Miedo", tema que cuenta con la colaboración de Zahara y que abre el disco, apareció hacia el final de la noche; con la fórmula de a dos voces pero esta vez junto a Nahúm, hizo brillar uno de los cortes más completos de "Hotel Florida". Sin duda, uno de los momentos más emotivos de la velada. Sin rodeos y directos a afrontar el final del directo, saltaron a los dos últimos cortes "Todos Mis Cabellos de Carreras" y "Belleza y Tiempo", sin pasar por los manidos bises.  La suerte de disfrutar de un directo en una sala de pequeño aforo nos hizo sentir la cercanía con el artista; una atmósfera cargada de magia gracias a una aproximación directa con el público por medio de su peculiar sentido del humor y una elegancia que vistió con sus mejores portes.

El paso de "Hotel Florida" por Valencia se convirtió en una de esas citas que nunca quieres que se acaben, amor y cariño gritando a todo pulmón en una sinergia insólita. La capacidad de convertir la sensibilidad en una obra de arte cargada de belleza.


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