Concierto despedida de Rubick "Time for best days our lives"

Una de las bandas  más consolidas dentro de la escena valenciana pusieron fin a su camino musical, sin fecha en el billete de vuelta. Nueve de años de trayectoria, con multitud de conciertos, mucho trabajo y más ilusión, decían adiós en Wah Wah sala que los vio nacer. Un grupo con todos los ingredientes para despuntar. Elementos que por capricho del destino o mala suerte no han sido suficientes para triunfar en la industria musical.

Ander Bengoa (Guitarra), Adrián Álvarez (Teclados) Cotu Peral (Bajo)  David Año (Batería) Dave Doudtfire (Guitarra) Joe Merello (Voz) Abrieron sin prisas, con temple, dispuestos a saborear cada uno de los temas, disfrutando acorde tras acorde y paladeando las letras. La primera parte del concierto recorrió los temas a medio tiempo, reservando la artillería pesada para el final. Además contó con la colaboración de diferentes amigos, entre ellos el antiguo bajista Richi. 

Tras la pausa volvieron con "Golpe de Efecto" vaya si supuso un golpe sobre el escenario. Todos asistentes se volcaron a cantar junto a la banda. La banda aviso que Wah Wah ardería y ardió en diversión. Continuaron con "Be my Light" y "Love"  donde el publico siguió, bailando, saltando y cantando a viva voz   "Loveeee love love".  También hubo momento para la intimidad, con una pista únicamente a voz y teclado,  interpretada por Joe Merello (Voz) acompañado de Adrián Álvarez (Teclados). Llegaba el final, entre emoción y alguna lagrima  empezaba a sonar "Bandits" sin duda el  tema que más repercusión les ha otorgado. Esa mezcla de emoción y tristeza envuelta con el estribillo de "Hey Jude"  The Beatles provocó la invasión del escenario, por los más cercanos a la banda, en los últimos suspiros del concierto.

El sexteto han sido una autentica piña, disfrutaban sobre el escenario, es más lo conseguían trasladar a sus fans. Un proyecto musical que esperamos volver a ver pronto, rondando Valencia.