Ninguna noche más adecuada para salir de bailoteo que un viernes granadino y si la oferta musical incluye a Amatria entre sus carteles tenemos claro que toca ponerle ritmo a la velada. Apertura de escenario con Bearoid, un telonero que pasó por Planta Baja sin pena ni gloria, a pesar de los muchos esfuerzos que hizo sobre el escenario para calentar a un público que, de vez en cuando, hacía amago de formar parte del show, pero no terminó de meterse en el papel del todo.


Quizás se reservaban para acoger con fuerza la entrada en escena de Joni Antequera, Marcos Carnero y Pablo Lastra (Amatria) que se subieron al escenario del Planta como si llevasen ahí toda la vida. Se veía, desde el primer momento, que el buen rollito entre ellos es una de las bases sobre las que se asienta este trío que se ha decantado por la música de base electrónica pero la usa como armadura para algo mucho más complejo y consiguen llegarle, desde el primer momento, a un público con muchas ganas de marcha.


Mientras suben al escenario suena "El canto del abu" como intro del propio grupo, aunque en el  disco ocupa la última pista, y les da pie a adentrarse me lleno en “Me falta algo”, “Vale lo que vale” y “Cara de monstruito” así, de una tacada. Alguna pausa breve para comentar cosas relativas a sus canciones y vuelven a liarla con “El pin up me va a matar” pasando por la explicación de la triste vida del perro de su vecino, que no dejaba de ladrar porque estaba solo y que, por supuesto, dio lugar a “El perro del vecino” (obviedades que tienen su gracia también).


Segunda parte del set list directo a los temas más esperados del grupo, como “La copa de Europa”, “El golpe” o la más bailada de la noche, ese “Chinches” que nos tiene bailando desde este verano y que ya ha sido incluso remezclada para goce y disfrute de los más bailongos en los festivales.

Ritmos electrónicos, bases sobre las que se escuchan las guitarras y muchas ganas de liarla en la sala para la cual, el público, demostró haber llegado ya con ganas de moverse y cantar junto al grupo con buen rollo y mucha energía. Está claro que, de vez en cuando, el público local busca también este tipo de música más desenfadada para dejarse llevar por el ritmo y salir del local con ganas de que siga la fiesta. Y es que, en Granada, todo lo que suene a fiesta siempre es un triunfo.

Crónica: María Villa
Fotos: Iuliana Dragoi




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