Rock con sintetizadores en el tercer álbum de unos sevillanos que siguen peleando por situar a su música espacial en el lugar que le corresponde.

No debe resultarnos nada descabellado descubrir que en una ciudad como Sevilla, tal vez la siguiente a Granada en prestigio e historial musical al sur de España, se practique un rock espacial, contaminado –a veces en exceso- de sintetizadores e inspirado en la electrónica más propia del norte del continente. Concretamente este procede de Utrera, una ciudad dormitorio de la capital andaluza en la que un trío llamado Error 6 parece guiarse por ciertas ondas espaciales y una atmósfera de flotación continua para grabar canciones sin embargo bien pegadas a la tierra. La procedencia es lo de menos, como puede demostrarse. Lo que realmente importa son las convicciones.

En la base están las programaciones, los sintes y las guitarras que puntualizan el ambiente. Alrededor, el nervio y la pulsión rítmica del punk de Sex Pistols y Prodigy, que no están tan lejos los unos de los otros como puede parecer. Si escuchamos atentamente los temas compuestos para este tercer trabajo homónimo podemos agitar mente y puede que también cuerpo en una fórmula cada vez más perfeccionada de música industrial radicalizada en el uso de unos aparatos que no olvidan su origen orgánico en ningún momento. En resumen, un producto que se presenta fresco pero envuelto en el tupperware perfecto para su conservación y consumo instantáneo. No nos dejemos engañar, esto no es música rápida, sino urgente, que no es lo mismo.

Error 6 presentan armas bien equilibradas en potentes instrumentales como "Invasion", alardean de esquizofrenia progresiva en las capas de sonido de "Ra" y se muestran agresivos como cualquier clásico del stoner rock en "My new toy", entendiendo también que la función primigenia de toda obra musical es la de entretener y provocar algún tipo de reacción en el oyente. No es nada fácil combinar la electricidad con la teórica frialdad de las máquinas, pero ellos consiguen que el matrimonio no fracase al enfatizar el ritmo de temas ágiles, como en el caso de "Space lords", abriendo paso a un pop del que parecen huir inconscientemente a lo largo de todo el álbum, lo cual no es ni bueno ni malo, sino todo lo contrario. Personalidad lo suelen llamar algunos. Por eso titulan otra canción "Stooge", derivando miradas tanto a Iggy Pop por referencias obvias como a Primal Scream por ingerencias sonoras. Sugerente, ¿verdad?

En esa liga juegan los sevillanos, en la de quienes aspiran a la permanencia con nota y balance positivo al final de cada ejercicio. Saben que nunca serán líderes ni revelación de la que todos hablan y no paran, pero sonríen satisfechos al ver que lo que un día planearon con ilusión y trabajo hoy fructifica en unos resultados notables. La discreción, divino tesoro, es otra virtud que nunca les faltará, por mucho pecho que pudieran sacar.

Escucha "Error 6" aquí.