La plataforma de mecenazgo cultural Movistar Artsy se presenta en La Rambleta de Valencia. Música, festivales y videoclips en el punto de mira de creadores y mecenas.

Son muchas las iniciativas y soportes que permiten recurrir al crowdfunding para llevar a cabo todo tipo de propuestas, ya sean culturales o no. Plataformas que "recolectan" las aportaciones de los usuarios a cambio de algún tipo de recompensa. El germen de Artsy parte del concepto sin adulterar de mecenazgo: un mecenas destina una cantidad de dinero para la realización de una actividad que, por lo que sea, le ha conquistado. Aquí el mecenas es Artsy y ese "por lo que sea" se reparte entre la aprobación pública vía redes sociales y la visión de un jurado. Su andadura en Cataluña ha llevado a sus responsables a comenzar la expansión vía Mediterráneo: Comunitat Valenciana, Baleares y Murcia. Y con esas Fernando Rascón (director de Movistar Artsy) y Vicente Gisbert (director de Gran Público de Telefónica Mediterréneo) han presentado en La Rambleta de Valencia los puntos claves de Artsy y sus perspectivas de futuro. 

El estreno de este nuevo mapa de acción y la presentación de una nueva categoría con la que poder optar a los premios han marcado la cita. 7000 euros para la realización de un videoclip para El Último Vecino con el apoyo de la productora Canadá es la primera propuesta de esta nueva sección en Artsy, lo que permite fantasear y mirar más allá, "el futuro de Artsy debe abrirse y luego ir inventándose premios nuevos que ayuden a ir tocando estos nichos de creación", apuntaba Fernando Rascón.

Bien es cierto que esa primera criba pública se somete a la aceptación virtual de un público que, las más de las veces, poco conoce de las propuestas presentadas. El voto de amigos, conocidos, fans y el trabajo de cada una de las propuestas por intentar rascar algún apoyo más es clave para que músicos y creadores puedan seguir en la rueda Artsy y llegar hasta el jurado. No se trata solo de cruzar los dedos y tener suerte sin más: la autopromoción desmedida e indiscriminada para llegar a más gente y rascar algún punto más es un arma esencial. Bandas que quieren publicar su primer trabajo, festivales que se encuentran ante una primera edición y, como señalábamos, creadores audiovisuales con ideas para realizar un videoclip. 

En esta presentación también ha participado uno de esos creadores que ha tenido la suerte (una suerte muy trabajada) de participar y contar con el beneplácito del público y del jurado. La banda Pribiz pasaba por todos los estadios de este proceso: presentarse al concurso, conseguir el apoyo del público, conseguir que el jurado se decante por tu propuesta y poner en marcha físicamente lo que tanto tiempo andaban persiguiendo. "La verdad es que parecía un anuncio de teletienda de esos que tratan de arreglarte la vida. Lo que proponía Artsy nos parecía prácticamente un sueño", contaba Anderson Pribizchul, frontman de la formación Pribiz. No solo entraron en el estudio que quisieron a grabar lo que quisieron y como quisieron. "Tuvimos libertad absoluta para decidir en todo momento lo que queríamos".  Una libertad que las más de las veces, siguiendo los procedimientos habituales al margen de mecenas, puede quedar cercenada por motivos económicos o contractuales.

Artsy desembarca en una ciudad en la que los festivales, ya sean de pequeño o gran formato, se han instalado indefinidamente, en una ciudad repleta de propuestas musicales y en una ciudad referente en cuanto a creadores audiovisuales. Ahora hay que esperar a la respuesta de los usuarios y de la propia comunidad que se genera en la plataforma y al éxito de las propuestas que logren ir pasando los estadios de todo el proceso de mecenazgo.

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