Sobrevivimos intactas a un festival cómodo, bien pensado, bien organizado, en un recinto bien acondicionado y sin incidencias. Maratoniano, como todos los festivales. Pero tampoco creo que haya uno vaya a un festival a ver todos los grupos del primero al último y acabar destrozada. Parto más bien de la posibilidad de disfrutar de la franja horaria que más se ajusta a tus gustos musicales. Eso hace que llegue el domingo y aún tengas ganas (y fuerzas) para seguir  yendo a conciertos y los escenarios Mondosonoro y Radio3 fueron los elegidos para despedirnos del Warm Up como merece.


En el escenario Radio3, el surf rock y el rock’n’roll más movido esperaban a los más bailongos. Estrenamos mañana moviéndonos frenéticamente con el espectáculo no sólo musical, de The Tiki Phantom, aguantando, estoicamente, las caretas (aunque ellos dicen que son sus caras realmente) a pleno sol. Aguantamos nosotras también el calor y bailamos a pleno sol para disfrutar de uno de los grupos más divertidos que se está moviendo en este estilo.


Tiempo justo para ver empezar el show de The Limboos y, desde allí, gracias a su cercanía, inmersión completa en el escenario Mondosonoro para disfrutar y descubrir. Llegamos con Trajano! probando sonido y, ya que no habíamos tenido la suerte de verlos en sus visitas a nuestra ciudad, verlos allí fue un descubrimiento y un verdadero disfrute. Los madrileños, con sello de identidad propio y un sonido muy personal que se basa principalmente en la peculiar voz de su cantante. No se quedan ahí sin embargo y consiguen captar la atención de quienes van de paso por la plaza y finalmente se quedan. Momentazos como el del cantante tocando el saxo despertaron mucho interés entre los asistentes (quede claro que parte del público aún no les había visto en directo nunca).


Tras ellos, otro descubrimiento del día. La indietrónica de Glas sorprendiendo y motivando al personal para bailar a pleno sol (lo de cubrir estos escenarios de alguna forma sería una gran mejora para otros años), con una buena parte del público refugiada en las sombras alrededor de la plaza y otros que desafiaban las temperaturas y se desmelenaban con sus ritmos bailables y contagiosamente festivos.


Glas son una formación joven, reciente, que aún no se ha probado mucho en directo pero han facturado un disco llamado a salvar al personal del tedio que invade en ocasiones los festivales. Con el título “Ya estamos salvados”, sueltan siete cortes bailables y festivaleros en los que la influencia de Varry Brava o Fangoria están presentes pero imprimen su personalidad a una fórmula conocida y eso, siempre se agradece.

Terminamos así, sin ganas de volvernos, un festival que nos ha encantado, alta puntuación para un formato que empieza a hacer aguas por culpa de la masificación y los recintos imposibles en los que se ubican algunos de corte similar. Desde ayer ya están disponibles los abonos para el próximo año ¿nos veremos en Warm?

Crónica y fotos: María Villa