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domingo, junio 24, 2018

El tesoro perdido del pop inglés

Honeybus fueron -y aún son, lamentablemente- uno de los secretos mejor guardados del pop británico. Pese a fabricar increíbles melodías, no tuvieron suerte y sólo algunos aficionados somos realmente conocedores de su obra. El sello vasco Hanky Panky Records, en colaboración con Mapache, va intentar poner remedio a esto reeditando en vinilo por primera vez en la historia su único disco oficial, editando al fin su disco perdido y también sus rarezas. Hablamos al respecto con Iñaki Hanky Panky y desgranamos su historia



Sin duda alguna, los años sesenta del siglo pasado significaron una década dorada para la cultura británica. En ese aspecto, Inglaterra fue una verdadera potencia mundial, que sobre todo en lo que a música popular se refiere, fue la referencia universal de la tendencia que debía llevarse en cada momento. Eso generó que un buen número de artistas nacidos en las islas de su majestad adquirieran estatus de leyendas, pero también que ante el aluvión de nombres que surgieron, muchos de ellos, incluso algunos extremadamente talentosos, se difuminaran y perdieran en el tiempo. Eso es lo que les pasó a Honeybus.

La historia de la banda que Pete Dello y Roy Cane idearan y materializaran es una historia fragmentada y rodeada de mala suerte. Quizá por ello la sublime calidad de la música que realizaron ha permanecido oculta, como un tesoro perdido que espera a ser encontrado, durante décadas, salvo para cuatro enteradillos, entre los que tengo la inmensa suerte de encontrarme y ello merced, sobre todo, a una sola canción: un "I can't let Maggie go" que fue lo más parecido a un éxito que tuvieron, pero que no es para nada ni lo más relevante ni lo único que facturó una banda que contaba nada menos que con tres portentos escribiendo canciones, muchas de las cuales han permanecido inéditas desde entonces. Es ésta, pues, una de esas reivindicaciones que merece mucho  la pena emprender.

Mi relación con Honeybus, la primera toma de contacto, merece un doble agradecimiento: Juan Vitoria, regente de la mítica tienda valenciana Discos Amsterdam y periodista musical, en su libro "los 100 mejores discos de la historia del rock" incluía "Into your ears", de Pete Dello. Tras muchas tribulaciones, conseguí hacerme con una copia en cinta del artefacto y creo que es uno de los disfrutes más intensos que he tenido como oyente. Más tarde, mi querido amigo Carlos Baixauli, vino de Barcelona con un cd llamado "Old masters, hidden treasures", que incluía 20 canciones de Honeybus, entre ellas su éxito "I can't let maggie go" (ver vídeo), su único disco "Story" completo y diversas suculentas rarezas. Así sucedían las cosas en la era pre-streaming. Gracias a esas dos personas por allanarme el camino, que por supuesto completé con la adquisicíón de la estupenda recopilación "She flies like a bird" (escuchar).

Lo que descubrí ahí, fue uno de los mayores tesoros de mi vida: una banda capaz de personificar el POP. Porque llámenme loco, pero creo firmemente que nadie como esta banda, ni los Kinks, ni los Hollies, ni -fíjense- los Beatles, han personificado la idea (al menos la que yo tengo interiorizada) del pop mejor que ellos. Cuando actualmente quiero referenciar a una banda que me parece que hace pop perfecto, irremediablemente digo: "suenan a Honeybus". Y para mí la cosa está clara. Es tal la cuadratura del círculo que lograron con sus canciones, a lo largo de toda la epopeya que os mostraré ahora, que me es difícil imaginar una personificación mayor que la suya de un concepto que me ha acompañado de por vida.

Peter Blunsom (Pete Dello) y Raymond Byart (Ray Cane) se conocieron tras formar parte de Red Tallis and The Tallismen uno y de The Outlaws el otro, cuando coincidieron juntos en el combo Grant Tracey and The Sunsets, tras lo cual comenzaron una carrera como compositores, arreglistas, productores y músicos de sesión de bandas como The Roulettes o The Anteeks (suya es la magnífica "I don't want you" de los últimos). El paso obvio tras todo esto era probar suerte por los propios medios, ya que conocían absolutamente toda la cadena de producción para alcanzar el éxito en un mercado floreciente como el del pop de los swingin' sixites.

Juntos formaron The Yum Yum Band, que facturaría cinco singles en Decca, pero tras unos problemas de salud de Dello causados por el exceso de carretera (algo que sería un estigma constante en su carrera) decidió dejar la banda. No obstante, para el otro proyecto que tenía en mente se llevó consigo a su colega Ray. Ambos, al ver pasar un autobús mientras tomaban café en una terraza, tuvieron la feliz ocurrencia de denominarlo Honeybus y así comienza nuestra historia.

A ellos se unió en un principio Terry Noon, ex-batería de los legendarios Them, pero abandonaría esa faceta para pasar a ser su manager. Así, con los miembros de The Roulettes Russ Ballard y Bob Henritt haciendo las veces de batería y guitarrista, nuestros protagonistas grabaron "Delighted to see you", una feliz canción muy en la onda de los Hollies, compuesta por Dello, que iba acompañada en la cara b del single por "The breaking up scene", otra joya de Cane. El sencillo no causó mucha impresión, pero ellos, lejos de desfallecer, continuaron a lo suyo fortaleciendo el grupo con otra pieza clave: Colin Hare había sido guitarrista en la banda de Sandie Shaw y era también un dotado compositor. También Pete Kircher entraría como batería, consolidando la formación que grabaría el siguiente single, la maravillosa "Do I figure in your life", que muchos consideran su mejor logro, por contener todo el barroquismo y melodrama del que eran capaces, que no era poco.

El éxito al fin llega con el siguiente single. Mención aparte, pues, merece la excelsa "I can't let Maggie go", otra composición maestra de Dello que esta vez sí, llega a la cima de las listas inglesas  merced a la extrema orfebrería y delicada belleza que adorna cada uno de los segundos de esta maravilla, que a pesar de que el año de su edición, 1968, no era el más indicado para su lanzamiento por estar el público en general más preocupado por la psicodelia, el blues o el hard rock, logró abrirse paso hasta nada menos que el puesto 8 de los british charts, algo raro para una declaración de amor tan manierista y tan "tacita de porcelana" como la que contiene la canción. No obstante, el público dio su beneplácito y la banda disfrutó de su tan anhelado éxito, el cual lamentablemente duraría bien poco.

A Pete Dello las presiones promocionales de la compañía (Deram), las giras, las fotos, los fans etc, era algo que se la traía absolutamente al pairo. Decidió dejar la banda cuando era precisamente el momento de rematar la faena tras el éxito de "Maggie". Algo completamente surrealista para sus compañeros y seguidores, obviamente, pero él quería concentrarse en la producción y la composición, cosa que hizo con brillantes resultados tal como se verá.

La banda quedaba huérfana de la que probablemente era su alma mater, pero no herida de muerte. En la recámara quedaban nada menos que el co-fundador Ray Cane y un nada desdeñable compositor como era Colin Hare. Ambos, junto con el batería y la añadidura del refuerzo de Jim Kelly como guitarrista, darían forma al impresionante single "Girl of independent means"/"How long", prácticamente un doble cara-a, que de manera sorprendente no lograría emular el éxito de su predecesor, vaya a saber usted si por que la ausencia del líder Dello sus seguidores ya no les concebían o porque lo anteriormente dicho sobre el signo de los tiempos que corrían surtió sus efectos. El caso es que ni esto, ni el ulterior primer álbum de la banda, titulado "Story" lograrían la más mínima repercusión.

Y eso que su ópera prima ha permanecido en la historia como una delicia para paladares delicados y eruditos precisamente por la rara gema que es. "Story" es un disco que quizá no pueda ser tildado de pieza maestra, pero sin duda es una obra de un calibre sobresaliente, muy por encima de la mayoría de la producción de sus coétaneos, hasta los más clásicos. Canciones tan maravillosas como "Black mourning band", "Fresher than the sweetness in water", "Scarlet lady" o la inconmesurable "She's out there" no tienen demasiado que envidiar a las que hicieran con Dello a la batuta, es más, son diferentes y evolutivas.

Aparecido ya en un 1970 que no les entendía en absoluto, el primer álbum de Honeybus se perdió en las cubetas de saldo de las tiendas. Además, la banda para entonces ya estaba disuelta y ni siquiera se embarcó en un tour para promocionarlo. Triste historia para un disco que merecía mejor vida, o al menos algo más que ser sólo recordado por los estudiosos de turno.

Tras la desbandada, el más ocupado fue Colin Hare, que publicó un disco absolutamente magnífico llamado "March Hare" (1971), otra joya oculta del pop que todo aquél que no conozca debería descubrir. Pero el que no había perdido el tiempo era Dello, que tras su huida de la banda, tal como prometió, se había dedicado a componer y producir, así tras publicar bajo seudónimo (Lace) un par de singles con las magníficas "People people" y "I'm a gambler" como caras a y producir el primer disco de John Killigrew (otro clásico) se puso manos a la obra para componer y grabar uno de los discos más maravillosos de pop que el mundo haya visto.

"Into your ears" es, se mire por donde se mire, una obra maestra. Atribuido a "Pete Dello and Friends" es una delicia de principio a fin. Cada canción es una delicada pieza de orfebrería tanto en factura como en composición. La voz peculiar pero sedosa de Dello nos abraza dándonos entrada a un verdadero mundo de colores diversos, un paraíso para los oídos que debería haber sido considerado una de las obras capitales del pop inglés pero que muy pocos se han atrevido a reivindicar por encima de otras obras sobrevaloradas de artistas más arquetípicos.


Pese a su escaso éxito, los ánimos de la crítica a Dello por su gran álbum le dieron fuerzas para intentar reflotar a la banda. Así Honeybus, con él, Hare y Cane incluidos, volvieron en 1973 a los estudios en un intento de crear un segundo disco que iría bajo el nombre de "Recital" y editaría la discográfica Warner brothers. No obstante, una vez más la mala suerte se cebó con ellos y tras editar un trío de singles bajo diferentes nombres, el disco, que ya contaba incluso un un prensaje de prueba, fue rechazado por la compañía. Semejante jarro de agua fría significó el carpetazo definitivo a una historia, la de Honeybus, que dejaba muchas canciones enormes y merecía mejor fortuna.

No obstante, el poso dejado por su legado supo aglutinar en torno a sí una serie de fieros aficionados que nunca cejaron en su empeño de reivindicar esta joya perdida del pop británico. Muchos de esos aficionados somos españoles y uno en concreto, se las ha apañado para reivindicar hasta la saciedad a la banda. Iñaki Orbezua es un bilbaíno que con su discográfica Hanky Panky edita piezas de pop sin tapujos ni trampa. La melodía es su religión y así ha reunido un sabroso catálogo con muchas referencias, entre las cuales fueron ya sonadas en su día las reediciones de los discos de Pete Dello and Friends y Colin Hare, que nos hicieron inmensamente felices a unos cuantos (de ahí que agotaran existencias al poco tiempo).

Ahora Hanky Panky, en colaboración con los barceloneses Mapache Records, emprende el más difícil todavía: reeditar en vinilo, por primera vez en el mundo conocido, la práctica totalidad de la producción de Honeybus. Eso significa: su único y mítico lp "Story", un disco de rarezas titulado "For where have you been: the lost tracks", que reúne grabaciones perdidas de principios de los 70 y, finalmente, la joya de la corona: el disco perdido "Recital" (1973) verá la luz por primera vez con sonido excelente y artwork soberbio.

Pero para saber de todo ello es mucho mejor dejar que lo explique quien lo ha vivido en primera persona, no creéis? Así pues, Iñaki, por favor, explícanos la movida: "Hace algo más de dos años, hablando con Daniel de Mapache Records nos planteamos las posibilidad de editar por primera vez Recital, el disco perdido de Honeybus, todo un sueño para unos fans como nosotros, y que pensábamos casi irrealizable. Nosotros ya habíamos trabajado con Dello y Hare, así que tras contactar con ellos, y con Terry Noon (mánager original de la banda), obtuvimos la bendición de todos para el proyecto. Tras sortear algunos obstáculos legales que llevaron su tiempo, pudimos por fin obtener la licencia para la edición. Después de esto, la mayor dificultad fue la ausencia de un master para Recital. Afortunadamente Dello guardaba un test pressing orginal de la época en perfecto estado, y hemos podido hacer un master a partir de ahí que suena espectacular y que contiene además mezclas de algunas canciones notablemente diferentes a las oídas hasta la fecha, tanto es así que los primeros sorprendidos con el nuevo master, y muy gratamente además, fueron los propios Dello y Hare. Y ya que estábamos en ello pensamos que no sería mala idea reeditar en vinilo (¡por primera vez!) el álbum Story, y como colofón a todo ello. recopilar en un LP todas las grabaciones que hicieron a primeros de los 70, y que no llegaron a publicarse en su momento".

A esto es a lo que yo llamo felicidad, amigos. A esto es a lo que yo llamo POP.


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