Biznaga + Tipex - 16 Toneladas. València 08-12-18

Casi de forma espontánea, València fue el escenario de una doble propuesta punk que estallaría con el fin de gira de Biznaga y con el concierto de Tipex en el 16 Toneladas de la ciudad. Una cita a la que llegarían desde la pre-party con Retraseres y Guay! en el Magazine Club unas horitas antes (podéis leer la crónica aquí mismo) y en la que el público confió no perdiéndose ninguna de las dos propuestas. Punk con diferentes capas y que lo resumiría ese "Esto es un simulacro" que acompaña a los malagueños Biznaga en sus conciertos. El efecto es inmediato y sin antídoto posible. Una acelerada catarsis colectiva en la que participó también, desde el público, un gran número de músicos locales que no querían perderse, no sabemos bien si a Tipex o a Biznaga (las medias tintas no existen). Algo que siempre nos alegra y nos reconcilia con esa entelequia que es "la escena" y que, dicho de paso, pocas veces vemos en otros estilos.

Tipex presentaban hace unas semanas su primer trabajo publicado, "Tipex" (Autoeditado, 2018), una de las últimas sorpresas musicales que nos deja este año. Y qué mejor que volver a hacerlo sonar en directo en la despedida de la gira de los malagueños Biznaga. María Inglés (voz, guitarra), Ximo Barceló (bajo) y Óscar Mezquita (batería) ponen en común trayectorias y la emprenden con un punk que hacía tiempo no nos encontrábamos en la ciudad. Espíritu ácido y deslenguado en la frontwoman de la banda, una María Inglés que toma las riendas de "Flores", "Definición por negación" o "Plaza de España" y que a un ritmo vertiginoso (y casi imposible, como los beats con los que machaca Óscar a las baquetas) arrastra a los presentes. Ese huracán de punk deja de lado los recovecos más oscuros de otras formaciones y la emprende con letras en primera persona del "María singular".

Vertiginosos, como toca. Directos, como queríamos. Frescos, como pedía el público. Tipex no solo es solo la casualidad del momento, el grupo de colegas que se junta para tocar. No haremos el típico recorrido por el currículum musical de cada uno de los miembros de la banda, pero es cierto que los tres llegan tras militar en algunas de las formaciones más relevantes del punk y del garage de la ciudad. Esas mutaciones que se van produciendo en las bandas y que terminan dando frutos como este. Potentes trallazos como el "Enemigos" que abriría la noche, "Perseguido", "Inercia", "Essa", "Canción de relleno",... Y por si fuera poco, regalo de un tema nuevo.

Y es que Tipex tienen un efecto instantáneo sobre los presentes. No es que gran parte del público, que habían peregrinado desde el Magazine Club tras el concierto de Retraseres y Guay!, fueran amigos y conocidos de los músicos. Como posteriormente se encargarían de señalar Biznaga, "hay gente de todas las edades, mola mucho". Y todas ellas también haciendo que la propuesta de Tipex brillara como toca, a golpe de sentencia. Aunque el espíritu punk del público estaba algo tamizado: ¿dónde quedaron esos hipnóticos pogos que van cobrando fuerza a cada salto?. Bromas a un lado, lo cierto es que el directo de Tipex no debería quedarse en una mera anécdota o en una banda más que engrosa la lista de bandas punk de los últimos 10 años. Y si no, tiempo al tiempo.

Los que llevan anunciando sus intenciones sobre el escenario cada vez que se lanzan a un directo son Biznaga. "Esto es un simulacro" lo deja claro y nos obliga a dejar a un lado corazas, poses y demás estridencias superfluas. Sin simulacro, y como hemos comentado anteriormente, Álvaro García (voz, guitarra), Jorge Navarro (bajo), Jorge "Milky" Ballarín (batería) y Pablo Garnelo (guitarra) volvían a la ciudad tras más de un año. Casualmente compartieron tarde con Retraseres en el Magazine Club. Y la diferencia entre aquel marzo de 2017 y este final de 2018 quedaba patente: la respuesta del público y sobre todo el salto cualitativo de la propia formación. "Qué brutales", parecía que repetía un mantra una de las asistentes y militante de la primera fila.

"Centro Dramático Nacional" (Holly Cuervo, 2015), su disco debut, tendría presencia en este último concierto de la gira. "Fiebre", "Máquinas blandas" o "Cul de sac", que bien podrían pertenecer a su último trabajo, "Sentido del espectáculo" (Slovenly Recordings, 2017). Porque el último disco de Biznaga no deja de ser un reflejo de lo que estamos viviendo y de lo que, por desgracia, está a punto de pasar. "Héroes del no", "Una nueva época del terror", "Los cachorros" o "Nigredo". A cada cual más apocalíptica (¿o más realista?). Con una visión de lo que les rodea que llevan a sus composiciones, Biznaga demuestran por qué son una de las formaciones más interesantes más allá del estilo en el que se postulan. "...Hay maneras muy distintas de buscarse uno la ruina...", cantarán en "Jóvenes ocultos". Arriesgados y punzantes sobre el escenario pero manteniendo cada uno su posición y sin armar mucho jaleo sobre el escenario: el "ruido" ya llegaría desde el público, que no terminaría de arrancar y de dejar a un lado las buenas maneras. Mucho movimiento, mucho baile, pero un salvajismo controlado que en ocasiones se agradece.

El final del concierto pivotó sobre dos de los temas más "gordos" de Biznaga, "Una ciudad cualquiera" y "Mediocridad y confort". Y en esos dos temas la gente comenzó a despegar y a dejarse llevar. Puños en alto, brazos que se agitaban azuzando lo que estaban escuchando y una sensación de comunión muy intensa sin la necesidad de que Álvaro García tuviera que agitar a los presentes. La noche estalló justo antes de la media noche y no perdió potencia en las dos horas de punk de manual que ofrecieron. Saciar a la gente y acabar escuchando a la salida "esto es como un buen polvo". Polvo, punk y entrega. ¿Necesitamos algo más?