Entre el desierto y el mar. Al pie de dos volcanes y con balcones naturales a tus pies. Entre el cielo y el suelo. Así se podría vender, aunque ya lo hace por sí solo, la primera edición de uno de los festivales más atractivos y sugerentes que empiezan a poblar la agenda musical del circuito primavera-verano. Superado el período vacacional de Semana Santa, la oportunidad de pasar tres días en un entorno geológico de las características únicas del Cabo de Gata, en la costa almeriense, se antoja una oportunidad única de sumergirse en una excursión salvaje al centro de una exuberante geografía a la par que al corazón de los más puros sonidos garageros, punk-rock y sixty pop de la escena actual. De aquí y de allá, de dentro y de fuera de nuestras fronteras, el cartel confeccionado por la organización para los días 26, 27 y 28 de abril hacen del Flamin’ Go Beach Festival una cita poco menos que obligada para quienes saboreamos esos y otros sonidos adyacentes como si de un manjar se tratase. Y atención a los directos que nos esperan.

Un grupo de culto, Prótex, no demasiado pródigo en sus visitas a España en los últimos años, llegará desde Belfast para efectuar certeros disparos de punk básico, en la onda de sus contemporáneos The Undertones y hacer brotar nuevos sudores la noche del sábado. Un cabeza de cartel que hace de este único concierto en nuestro país algo cien por cien apetecible. Pero ese mismo día se subirán al escenario de la discoteca Chamán (perfecto nombre por cierto para el ritual que se llevará a cabo cada noche) los alicantinos Futuro Terror pondrán la rabia y el aliento necesarios para que todo esté en su justo sitio y medida y para que después Los Retrovisores apelen a la nostalgia del pop de los sesenta y culminen la velada central con sus himnos atemporales y guiños a los tiempos en los que la música era lo más importante. Pero antes, en el tramo vespertino, tendremos la oportunidad de ver y escuchar a Los Malinches y sus himnos de garage-surf, como el día anterior a los tremendos The Peawees o The Cavemen o el fin de fiesta con Ramona y Galleta Piluda, rock rudimentario con la calidad suficiente para inflamar cualquier escenario a la altura que sea. La revolución de las bandas pequeñas nos hará grandes.

Un total de doce grupos y pinchadas varias a cargo de diez DJs, cada uno de su padre y de su madre, se unirán en las inmediaciones del camping de Los Escullos y compartirán actividades desde la hora del vermut para que el cóctel tenga distintos ingredientes y colores. La venta de entradas y reserva de alojamiento (para los bungalows por día las plazas ya están agotadas) se realiza a través de la propia web del festival, un portal muy currado en el que pueden obtener toda la información necesaria. Como se suele decir, y pocas veces viene tan al caso, este es un evento bueno, bonito y barato. Y deberíamos añadir lo de envidiable. Por muchas razones, solo podemos desearle una salud eterna al Flamin’ Go Beach Festival, y ojalá seamos testigos de sus éxitos. Salud y rock and roll para todos!