NOVEDADES

sábado, abril 13, 2019

II Aniversario Sala Aliatar con Ángel Stanich como cabeza de cartel (Granada) 12/04/2019



No son buenos tiempos para la lírica, desde hace ya mucho tiempo. Ni para las salas. Por eso, que una sala granadina (cine convertido en locales comerciales y discoteca que hace las veces de sala de conciertos en ocasiones especiales) celebre dos años de programación es todo un acontecimiento que se festejó por todo lo alto a pesar de que, a pocos metros de allí, se celebraba un concierto gratuito de esos que reúnen miles de personas de las que luego, nunca más, vuelven a verse en los conciertos. 

Es llevar la música a la calle, buena iniciativa que, sin embargo, a veces deja despobladas las salas más pequeñas, con programaciones más modestas. No fue este el caso del concierto del viernes, con un lleno rotundo que sirvió para demostrar que, si bien no hay público para todos los eventos, cuando estos tienen el peso del que ofrecía Escenario Aliatar la competencia es incluso sana y recomendable.

No corrieron la misma suerte otras salas con programaciones más modestas y apuestas más arriesgadas, como el de Rocknrolla Underground Club en su ciclo QUID PRO QUO, con Charly Gang y Young, que reunieron un puñado de acólitos, pero no pudieron entrar en liza con los grandísimos Lagartija Nick, que se llevaron los grandes honores de la noche y al público, literalmente "de calle". 


En Escenario Aliatar abrían la noche los también locales Dolorosa, banda liderada por Raúl Bernal (guitarra eléctrica y voz) quién, por fin, parece haber encontrado una fórmula en la que desenvolverse con comodidad, dejando atrás ya su alter ego, Jean Paul, que tan buenos momentos y tan buenos temas nos dejó. Presentaban “Un gran presentimiento” (Wild Punk, 2018), siempre con la dulce y cautivadora voz de Natalia Muñoz, cada vez más protagonista de su propia historia. Una banda de primera, con Antonio Lomas (batería), Fran Ocete (guitarra acústica), Chesco (guitarra eléctrica) y Carlos Marqués (teclados) que son la base sobre las que navegan las letras críticas e incluso ácidas en ocasiones.

No tuvieron mucho tiempo para explayarse los teloneros antes de dar paso a los sets de Djs (2 Frames Djs y Juanlu Pascual) que hicieron menos larga la espera antes de que Ángel Stanich saliera al escenario como un ciclón, un torrente que arrastra al público con sus recursos de frontmant experimentado y bien curtido en festivales de todas las franjas horarias que se adapta lo mismo al sol infernal del medio día que a los horarios nocturnos de una sala.


Con Antigua y Barbuda (Sony Music, 2017), acumulando kilómetros y festivales, pero sin perder frescura, con algunos cambios, siempre para mejorar los temas, como el momento armónica que tanto gustó a sus seguidores. Está claro que a sus fans lo que les gusta es saberse los temas, cantarlos, saltar con él, hacerle los coros y dejarse la voz gritando temas como “Mátame camión” o, por supuesto “Metralleta Joe”, un tema que nunca ha faltado en su repertorio y que va camino de convertirse en uno de esos imprescindibles que ya nunca puedes dejar de cantar (o, a lo mejor sí).


Bien flanqueado por su portentosa banda, que siempre demuestra que la solvencia es la mejor carta de presentación para músicos tan versátiles como los que le acompañan (y que ya no necesitan ni presentarles en esta humilde crónica). Alguna crítica solapada, sin hacer demasiada sangre, como su observación sobre la necesidad de publicar horarios de actuación de los distintos artistas en estos eventos (que algunos afirmaban haber echado de menos), pero siempre agradecido por estar de nuevo en Granada, ciudad que siempre le acoge con los brazos en alto. No en vano es uno de los artistas más originales que ha dado la escena en los últimos años.

Crónica: Isabel Alonso
Fotos: Rocío Rodríguez

Share this:

Publicar un comentario

¡Comparte tu opinión!

Esperamos tu comentario

 
Copyright © 2014 ALQUIMIA SONORA. Designed by OddThemes