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domingo, abril 28, 2019

McEnroe. Loco Club (València) 27/04/2019


McEnroe desplegaron por primera vez en directo sus nuevas canciones envueltas del resto de su cancionero para ganar por entero una partida compleja que fue ganando seguridad y alcance en un Loco Club casi lleno. 

La gira de presentación de "La distancia", el sexto álbum de McEnroe, arrancó con la banda al completo en la ciudad de València. Lo que une a la banda de Getxto a nuestra ciudad se podría describir en palabras aunque lo más conveniente sería evocarlo con imagenes y todos esos momentos de exaltación emocional que hemos podido vivir con ellos. El auditorio de La Rambleta (el primero para muchos), la Sala Wah Wah o la plaza de los magnolios del Jardí Botànic de la Universitat de València, algunos de los escenarios en los que hemos intensificado todo aquello que nos conmueve, retuerce, balancea y eleva del mundo sonoro de McEnroe. Por eso no quisieron dejar de expresar que comenzar la rueda por València era algo que les hacía felices. Y entre los espacios y los años unas cuántas historias personales que hacen que sus canciones sean una de las más bellas y verdaderas bandas sonoras de nuestras vidas. Sí, suena a tópico, pero así lo vemos y vivimos. Una clave personal la de esta crónica que me lleva a decir que la primera vez que los vi en directo no conocía el amor. Pero que la segunda en una Sala Wah Wah infernal ya iba de la mano con la persona que se convirtió en compañera de vida. Y que las otras veces, ya todo era una realidad. 

Dejando salsa rosas alquímicas de lado, todo esto venía a cuento de que Ricardo Lezón siempre canta al amor. El amor en todas sus manifestaciones de una forma tan sencilla y natural que consigue ahondar en las almas de forma tan profunda que a veces duele, a veces reconforta, a veces te hace brillar, a veces te hace enmudecer, a veces te hace llorar y muchas otras te hace sonreír. McEnroe expande un sentimiento tan universal hacia abismos ilimitados que hacen tomar perspectiva sonora a través de una instrumentación de altos vuelos, bien empacada y responsable de que el conjunto suene de forma impecable. Por lo que el directo transcurrió por esa perfección que rezuma en tormentas eléctricas y en esos cambios de intensidad tan bien conducidos. Dentro del desate creativo existe en el fondo un orden; son libres y experimentales en su ejecución pero bajo una batuta bien clara y definida que les hace recrear las composiciones y llevarlas a la implosión. 

Mundaka nos abrió las ventanas al vendaval que nos transportó a los pasajes comunes de calma y tempestad con cortes como "La electricidad" (y sus guitarras), "Los Valientes" (el refugio de las palabras o "lo más parecido a un hit que tienen", bromeaba Ricardo), "Cerezas" (la suavidad elegante con un final tan abrupto como necesario), "La palma" (deshacernos hasta desaparecer), "Asfalto" (las más personales) o "Seré tú" (vitalidad luminosa). Y en "Ahora" otra parada personal en su conexión con València para recordar a su querido Quique Medina y dedicarle un tema que seguramente lleve mucho de una filosofía de vida tan necesaria en la actualidad. Vivir el momento y exprimir el tiempo al máximo porque quizá mañana ya no estemos, ya no tengamos la oportunidad de esa felicidad. 

En definitiva, una noche cargada de intensidad con un escenario perfecto tanto a nivel de sonido como de juego de luces y con un público tan respetuoso como entregado (cosa rara de ver y al menos en el lado en el que nos encontrábamos), que solo tuvo dos peros. Uno lo resumimos en una frase de una de las asistentes: "Una hora de espera es mucho. Yo mi tiempo lo valoro mucho". Y el otro ya seguramente sea de cada uno, que es echar en falta algunas de las canciones que más te resultan como imprescindibles de la banda. 

A mí me faltó "Las Mareas", por ejemplo. Casi veinte años de carrera hacen que estas cosas sucedan. 

 Como no se me da muy bien cerrar crónicas me apoyo en la reflexión de un fan de la banda: "Si sabes regular bien la mandanga...consigues maicena de baja intensidad muy buena. ¡Qué grande es oír en directo música de domingo por la tarde!"

Más Info:


Galería Fotográfica: Susana Godoy










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1 comentario :

  1. Por poner otro pero,no hubo vises.Pero en general,buen sabor de boca con unas letras poéticas y un ritmo candente que nos sorprende de vez en cuando cuando el solista saca un chorro de voz intenso capaz de combinar perfectamente con el tono más melódico y susurrante.

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