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sábado, junio 01, 2019

Phosphorescent presenta al fin C'est La Vie en España

Aparecido en 2018 y laureado en muchos medios como uno de los mejores trabajos de ese año, ya era hora que C'est La Vie, el séptimo largo de estudio de Matthew  Houck, alias Phosphorescent, paseara sus virtudes por nuestro país. Ojo, porque sólo serán dos fechas y la cosa promete...



Algo tiene la voz de Matthew Houck que emociona. Hay algo quebradizo en ella, tremendamente frágil, que la hace perfecta para conjugar la sensibilidad que proponen sus canciones. Unas canciones que ya se cuentan por decenas en su discografía, que va por el séptimo disco de estudio, si no contamos un magnífico disco en directo que sirvió para dar algo de brío a los cinco años de silencio que separan su anterior largo -el magnífico y aplaudido Muchacho (2013)- con su más reciente C'est La Vie (2018), disco con el que ha manejado los numerosos cambios en su vida tras una mudanza, su paternidad y casi abandonar este mundo gracias a una meningitis.

Todo eso en sólo cinco años, pero antes incluso ya contaba con una trayectoria que agotaría al mismo correcaminos: nacido y criado en Huntsville (Alabama) en 1980, con el cambio de siglo decide probar suerte en la mucho más cosmopolita -cuna de REM o los B-52's- Athens (Georgia). Allí, bajo el seudónimo Phillup Shack realiza sus primeras grabaciones y comienza a girar por el mundo en unos conciertos que le traen incluso por España. No tarda mucho en cambiarse ese nombre por el más rutilante Phosphorescent y en 2003 lanza un primer trabajo, que bajo el título A Hundred Times Or More (2003) presenta a un artista perfectamente emparentable con gente como Sparklehorse o Iron & Wine y con un material tan interesante como para que en 2007 firme con la poderosa indie Dead Oceans, subsidiaria de Secretly Canadian, con la que, mudanza a Brooklyn mediante, empieza a ser lanzado como merecen discos tan reivindicables como Pride (2007) o Here's To Taking It Easy (2010).

No es, sin embargo, hasta que edita Muchacho, su disco de 2013, cuando la crítica internacional empieza a hacerse eco realmente de una carrera que aunque ascendente artísticamente, se hallaba algo estancada en lo comercial. Con este trabajo, que combina sus ya habituales raíces americanas con elementos electrónicos y experimentales, es con el que sella al fin un estilo intransferible que le hace merecedor de una considerable base de fans y gira, gira mucho. Los cambios son fuertes a nivel musical, pero el caso es que a nivel personal lo son mucho más. El enamorarse, mudarse a la mucho más tranquila y musical Nashville, tener dos hijos, una enfermedad que casi le lleva a la tumba y construir un estudio con sus propias manos son cosas difícilmente compatibles con los conciertos, así que con la única excepción del directo Live At The Music Hall (2015), Phosphorescent guarda un silencio que sólo romperá para alumbrar C'est La Vie (2018), un disco en el que intenta plasmar -y lo hace con éxito- todo lo que le ha pasado.

Grabado al fin tal y como él quiere, en su propio estudio, la paleta de influencias y estilos se agranda hasta esculpir un sonido a lo grande, brillante y solemne, que da a unas canciones confesionales y en muchos casos descarnadas un aire monumental y hasta luminoso. El contagioso soul de New Birth In New England contrasta con la exhuberancia pop de C'est La Vie No.2, los paisajes de amplias praderas que evoca Christmas Down Under o los guiños al kraut que escupe Around The Horn. Es un disco comparable a aquél Yankee Hotel Foxtrot con que unos tipos de Chicago llamados Wilco asombraron al mundo. Un disco que le sitúa definitivamente entre la plana mayor de los renovadores de la americana y uno de los creadores más importantes de su generación.

El disco apareció el año pasado, sí, pero su presentación en tierras europeas se ha hecho esperar. Y tampoco es que vaya a ser muy largo el viaje: tan sólo cinco fechas, una en Holanda, otra en UK, otra en Portugal y -somos afortunados- dos en España: el Loco Club de València el día 4 de junio  y el Teatro Fernán Gómez de Madrid (ciclo Americana Music Madrid) el 5, serán los lugares elegidos para que uno de esos tipos que dignifican la música haciéndola con el corazón bien abierto nos presente sus cada vez mejores canciones y demuestre que las magníficas texturas que ofrecen sus discos pueden trasladarse al directo. Todo eso lo convierte,en nuestra opinión, en uno de los conciertos imperdibles de la temporada. Ustedes verán si nos hacen caso o no...


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