Rich Robinson Band – Sala Bikini. Barcelona, 16/12/2012. 

Una clase magistral de música, eso es lo que recibimos el pasado domingo los pocos que, haciendo caso omiso de partidos de fútbol  nos acercamos a la sala Bikini para ver en directo la propuesta de Rich Robinson. Aprovechando el enésimo parón de The Black Crowes, Rich se ha dedicado a presentar en directo su último trabajo en solitario, el agradable Through a Crooked Sun publicado este mismo año. La del domingo era la última fecha de la gira, una gira que ya había pasado por España este verano, concretamente por el Azkena Rock Festival. 

Acompañado de unos excelentes Dan Winstrom a la guitarra, Joe Magistro a la batería, Steve Moltz a los teclados y Brian Allen al bajo, el pequeño de los Robinson dio una nueva muestra de lo que ya sabíamos que era, un gran guitarrista. El concierto arrancó con cuatro de los temas nuevos: Gone Away, Station Man, It’s not Easy y Lost & Found. A partir de ese momento, la Rich Robinson Band fue mezclando canciones de Through a Crooked Sun como Look Through My Window, Falling Again y Bye Bye Baby con versiones de la talla del Motherless Child de Eric Clapton y Oh Well de Fleetwood Mac. Mención aparte merecen los bises, una auténtica burrada formada por Oh Sweet Nothing de la Velvet Underground, How Many More Times de Led Zeppelin y War Drums de War. Tres clásicos que interpretaron prácticamente enlazados y que sonaron perfectos. Incluso la interpretación vocal de Robinson estuvo a la altura a pesar de que su voz no tiene una gran presencia. 

A nivel de puesta en escena sí que, en algunos momentos, se echó en falta un poco más de calidez. No es que los músicos se mostrasen fríos entre sí, de hecho Steve Moltz era unas castañuelas, pero en ocasiones costaba que ese sentimiento traspasase al público. No sé hasta qué punto Robinson se siente cómodo en el papel de frontman o ni siquiera si llega a plantearse ejercer ese papel. Lo cierto es que estuvo muy centrado en su labor de vocalista y guitarra y dejó el trató con el público un poco de lado. 

En suma, un concierto completamente centrado en las canciones y en lograr una interpretación perfecta y una fantástica forma de poner punto y final, para la que esto escribe, a un 2012 increíble a nivel de directos. 

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