CHEW LiPS - Unicorn
(Kitsuné, 2010)

Hoy me estreno en esta web, un día tarde, he de decir, porque para mí la semana empieza el martes, con un grupo cuya música no es, después de todo, tan bizarra como para que las grandes industrias no lo masifique, pero al parecer no hay cabida para el gran electropop al más puro estilo británico en los medios masivos.

CHEW LiPS consta de una chica vocal y dos hombres multitarea (teclado, sintetizadores y guitarras). Es decir, el esquema básico de un grupo indie.

Éste es su primer disco de estudio. Tiene diez canciones cortas y directas, con una melodía pegadiza sin ser demasiado reiterativa y letras muy a lo Nena Daconte: llenas de imágenes curiosas y bonitas, sentimentaloidemente hablando, pero con fuerza, que ahora iré comentando brevemente.

Track List:
1. Eight
2. Play Together
3. Slick
4. Karen
5. Too Much Talking
6. Toro
7. Seven
8. Two Hands
9. Gold Key
10. Piano Song

Cuando hablo sobre canciones sentimentaloides y con fuerza a lo Nena Daconte, me refiero a que son muy bonitas y un poco incomprensibles, lo que creo que las hace más dignas de admiración. Gran ejemplo es “Eight”, que creo que habla sobre alguien a quien han abandonado, recurso temático muy empleado sí, pero pocos usan los sintetizadores como CHEW LiPS para darle vida a esa confusión que se siente y menos aún trazan con sus palabras una gran imagen de lo que es no tener fuerzas para nada.

La siguiente canción, “Play Together”, deja la trsiteza atrás para hacer movernos a su buen ritmo con los primeros segundos y cuya letra evoca una sonrisa como la que se tiene cuando, aburrido de todo, te escapas de la rutina.

En “Slick”, Tigs, la vocal, asciende al agudo para darle más vitalidad si cabe al estribillo, donde nos cuenta, una vez más con temática recurrida pero palabras únicas, que todo queda atrás por el tiempo.

“Karen” es, sin duda, una de las canciones más conocidas de este grupo poco mostrado al mundo. Con ritmo, decisión y fuerza, habla sobre una mujer completamente desaparecida a la que le da igual el mundo porque está con quien ama, aunque al mundo no le da igual ella. Una especie de “Marta”, ya que hablaba antes de Nena Daconte, pero sin tanta ñoñería.

“Too Much Talking” es lo que todo te parece cuando alguien te habla y, o estás escuchando este disco, o tienes en la mente a esa persona que ya no está y crees ver en cada esquina.

¡Y otra vez a levantarse! La juventud es como un “Toro” y tiene la fuerza suficiente para arrastrarnos a lo que, o a quien, queremos de verdad.

“Seven” es el clímax del disco. Simpatía, “buen rollo” y admiración por la música hacen de esta canción un gran impulso para que la gente me mire raro cuando doy un pequeño salto por la calle y la estoy escuchando.

“¿A qué estás esperando?” Más de una vez hemos tenido ganas de decir eso cuando sabemos que nos quiere alguien a quien queremos. “Two hands” trata esa situación con dulzura, pero sin perder el ritmo.

Bizarrez es lo que define la penúltima canción, “Gold Key”. Llena de símbolos un tanto oscuros pero atractivos, nos prepara para el final.


Y, sinceramente, yo espero impaciente a que saquen otro disco, porque este trío británico vale demasiado como para ser estrellas fugaces de un sólo disco.


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