
Desde que comenzara 2011 la empresa salió a subasta durante un proceso que ha tardado en culminar 3 meses y es que, además de Blavatnik, pujaban por ella ATV Music Publishing y Sony en una batalla por conseguir que engrosen sus filas cantantes de la talla de Huecco, Extremoduro, OBK, The Baseballs o Simple Plan, por decir unos pocos.
Parece que todo el mundo saldrá ganando según las palabras de Edgar Bronfman, "Creemos que esta transacción es muy positiva para los intereses de los accionistas, para los fans de la música, nuestros artistas y los autores de las canciones".
Pues nada, yo mientras me sigan sacando buena música y me lo hagan a precios razonables y competitivos, como si los siguientes dueños de Warner Music son los de las patatas Ruffles...
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