Ken Stringfellow - Sala Ya'sta (Pop & Dance).
Madrid, 6 - 5 - 2011.

Ken Stringfellow es uno de los músicos de sesión más famosos de R.E.M. además de formar parte entre otras de proyectos como “minus 5” (grupo que componen también Peter Buck, guitarrista de R.E.M. y Scott McCaughey también músico de sesión de la banda de Athens), “Big Star” o “The Posies”, ha lanzado al menos 4 discos en solitario “This Sounds Like Goodbye “(1997) “Touched” (2001) el sensacional “Soft Commands “(2004) y por último un curioso trabajo de solo 5 temas llamado “The Sellout Cover Session Vol. 1 “(2008)

Así que con estos antecedentes nos plantábamos el viernes 6 en la sala Yasta de Madrid para disfrutar de sus temas, lo curioso de este artista nacido el 30 de octubre de 1968 en Hollywood, California es que es tan sumamente normal que deja fuera cualquier excentricidad de “estrella del rock” y no es porque no tenga tablas, puesto que con semejante curriculum daría para tener al menos alguna rareza, sino porque a él ese aire de normalidad le viene como anillo al dedo, y así nos le encontramos a la entrada de la sala, jugueteando con su blackberry y enviando mensajes como cualquier otro “mortal”.

Tuve ocasión de fotografiarme con él, de charlar apenas unos minutos sobre R.E.M., banda de la que se declara uno de los mayores seguidores habidos y por haber, e incluso gastarnos alguna que otra broma, durante el concierto, nada más empezar intentó que un servidor le siguiera con “Near Wild Heaven” cosa que lamentablemente ni mi nivel de inglés (bastante normal), ni mi voz, ni tan siquiera mi vergüenza dieron para ello.

El concierto fue una gozada, ya que, adoleciendo a esa “normalidad” de la que antes he hablado, Ken cogió el micrófono y se bajo del escenario, mezclándose con la gente del público, siendo tan cariñoso, bromista y cercano que resultaba increíble.

Hizo un repaso a su carrera, desde sus discos en solitario, hasta sus trabajos con los grupos que he citado anteriormente, dejando auténticos momentos para el recuerdo, y dejando a los apena 50 seguidores que había en la sala con un excelente sabor de boca.

Una vez terminado tan magno acontecimiento, se sentó en el escenario a vender su propio merchandising que llevaba en una enorme maleta, servidor compró el “Touched” y el mismo Ken lo autografió de una buena gana que era increíble en un pedazo de músico como es el.

En fin, uno de esos momentos que dan para recordar e incluso para poder contar a los nietos dentro de unos años.