Asfixiante. Pasarse más de tres minutos observando a un chico agonizando en una playa enterrado hasta la cabeza con una marea que poco a poco va aproximándose por detrás hasta cubrirle por completo, y conseguir mantener un nivel de angustia en el espectador que avance acorde al paso de los segundos del vídeo ( deseando saber si finalmente el cantante consigue desenterrarse o se termina ahogando) es la clave de este videoclip, editado en dos únicos planos secuencia fijos, inmóviles,únicamente interrumpidos por un gráfico de texto con la leyenda “una hora más tarde”.

Un videoclip que convierte al espectador en un testigo impotente ante el inminente ahogo de Rubi Giménez, vocalista de Dinero, banda de “power-rock” formada en 2007 y afincada en Madrid que presentó en 2009 su disco de debut cuyo segundo sencillo fue este “Mentiras”,que trajo consigo este videoclip digno de recordar, tanto por su originalidad como por su calidad estética, teniendo en cuenta que es 100% real, no hay absolutamente ningún efecto de post producción añadido.

El videoclip comienza a modo de cuenta atrás, con un fondo negro van sucediéndose los números, “3,2,1” y finalmente vemos en plano a Rubi Giménez,vocalista del grupo, que parece estar inconsciente hasta que el golpe de una ola lo despierta. Sorprendido y angustiado al verse se enterrado en la arena sin poder escapar, comienza a gritar durante la estrofa del tema hasta que finalmente en el estribillo canta : "¿ y qué si no me sale decirte la verdad?" ( una pregunta que encuentra su respuesta metafóricamente en el propio videoclip, ya que a medida que la repite las olas van ahogándole). El hecho de que el cuello de Rubi esté sangrando durante el videoclip provoca todavía más angustia, ya que hay un ejército de gaviotas que lo rodean sobrevolando el mar.

Tras esa única interrupción de texto en el primer plano secuencia, volvemos a ver el mismo plano anterior, pero con una única diferencia : la cámara ahora está a ras del suelo, lo que provoca la impresión de que las olas van a ahogar al cantante en cualquier momento, además, a medida que el tiempo avanza, el objetivo de la cámara está cada vez más empañado , hasta que finalmente las olas lo cubren totalmente.

El videoclip termina igual que comienza,con un Rubi Giménez inconsciente enterrado en una playa en la que el único sonido que hay ahora que ha terminado la canción es el de las olas rompiendo mezclándose con el angustiante graznido de las gaviotas.

En definitiva, un videoclip sobresaliente, una idea sencilla llevada a cabo con pocos medios que consigue un resultado digno de reseñar por su gran originalidad, sobre todo en estos tiempos en los que estamos hartos de ver superproducciones de videoclips con medios técnicos y personales ilimitados y que sin embargo no consiguen ni transmitir, ni emocionar, cosa que “Mentiras” consigue desde el primer fotograma.