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domingo, noviembre 13, 2011

Andrés Suárez-Centro Cultural Barradas, Hospitalet de Llobregat, Barcelona. 12/11/2011


Andrés Suárez
Centro Cultural Barradas.
12/11/2011.

En casos como este me alegro de que se haya aceptado la falta de objetividad en el periodismo, porque sintiéndolo mucho no creo que pueda ser muy objetiva con esta entrada.

Anoche tuve el placer de disfrutar del nuevo trabajo de Andrés Suárez, después de cuatro años de barbecho. Cuando vuelva la marea, que así se titula el disco, viene precedido por un único álbum anterior, Maneras de romper una ola, del año 2007. Aunque bien es verdad que entre uno y otro vio la luz su EP Piedras y charcos, que ya nos adelantaba algunas de las canciones que podemos encontrar en este último trabajo.

Cada canción, de las que pude escuchar anoche, es una historia diferente que alguien, sin pelos en la lengua, acompaña con una guitarra. Junto a él sólo un piano. En este caso con nombre y apellido digno de mencionar, Alfonso Pérez. Impresionante la labor de este chico en el directo de ayer. Al final me ha salido un ramalazo de objetividad.

El gallego ha conseguido llenar la sala de actos del Centro Cultural. En su interior un grupo de gente susurraba sus canciones, ante la cara de sorpresa del cantante al ver que el público se sabía todas las letras.

En un momento de la noche pidió un aplauso para los colegas, cantautores también, que se acercaron hasta allí para apoyarle en esta presentación. Entre ellos Marwan, con quien ya le hemos visto en más de una ocasión compartiendo escenario. Andrés ha demostrado en cada concierto la complicidad que guarda con su público y que se desenvuelve como pez en el agua en salas y teatros recogidos y cálidos, donde los asistentes están sentados cerca de él, arropándole.

Las sorpresas de la noche han llegado, como no podía ser de otra manera, en forma de canciones. La primera de ellas dedicada a sus abuelos, animándonos a recordar, como un homenaje para los que ya no pueden. Con una autobiografía cantada nos sorprendió poco después. Ha sido la primera vez, según ha confesado él mismo, que ha podido cantar su tema Tengo 26. Esta canción se ha convertido en un resumen de sus 26 años, que se ha materializado en el disco en forma de Bonus Track. En esta ocasión Andrés no pudo evitar emocionarse y tuvo que salir unos segundos del escenario. Una emoción que solía florecer con otro de sus temas, Benijo. Pero que anoche logró contener.

Otra de las repescas ha sido la canción No te quiero tanto. Sin embargo, en este disco lo que hay es una nueva versión de este tema. En este caso sí que tengo que confesar que, para mi gusto, la versión anterior transmitía mucho más, quizás sea por la costumbre.

Andrés rompió la barrera cantante-público, con el último tema de la noche, Perdón por los bailes, y bajo a cantar a uno de los pasillos del patio de butacas. En el disco este tema está grabado con Pablo Milanes. La noche termino con el gallego, ya sobre el escenario, animando a los asistentes a tomar algo todos juntos para celebrar el punto de partida de Cuando vuelva la marea.

Es la cuarta vez que he escuchar a este chico en directo, con orquesta y en acústico, y desde luego es una recomendación que hago a todos aquellos que estén dispuestos a dejarse emocionar. Para los interesados en acercarse a conocer a este cantautor os recuerdo que podéis encontrar las fechas de la gira en su myspace o en su página web.

El disco y su autor han alzado el vuelo, como muchas de las gaviotas a las que Andrés hace referencia en sus canciones. Desde Alquimia Sonora le deseamos un largo y fructífero vuelo.



Os dejamos el videoclip de uno de los 12 temas de este album, Lo malo está en el aire

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