La Casa Azul - La Polinesia Meridional. Elefant Records, 2011

La Casa Azul - La Polinesia Meridional. Elefant Records, 2011

El viaje a “La Polinesia Meridional” comenzó hace prácticamente un mes. Un mes con infinitas escuchas del nuevo trabajo de La Casa Azul, ese que llevábamos esperando desde que a final de 2010 se lanzara a las pistas de baile “Todas tus amigas”. Un trabajo más Milkyway que nunca y quizás menos Casa Azul en el que nos re-encontramos con el atinado aliento de un compositor que mezcla vivencias cotidianas con ecos sonoros de otras épocas. Funk, disco, soul y mucho pop en un trabajo compuesto por 13 indispensables cortes de talla única. Una talla que sienta bien aunque creamos repetir prenda esta temporada...

Pero, ¿qué tiene “La Polinesia Meridional” que nos obliga a escuchar en modo bucle cada uno de sus temas? En primer lugar que contamos con un valor seguro: Guille Milkyway. Más allá de conatos eurovisivos y de Goyas cabezones a rumbas pop, mucho más allá de sus amigos de Jelly Jamm y de guateques multicolor, en este trabajo somos testigos de la bipolaridad musical de este artista. Una bipolaridad positiva en la que encontramos a partes iguales pizcas rítmicas a golpe de pista pero también dolor, desesperación, lágrimas y dolores. Y es que, ¿quién había dicho que La Casa Azul era sinónimo de sonrisa y felicidad?

Nos encontramos con la continuación estilística y lógica de aquel “La Revolución Sexual”, pero con la madurez sonora y argumental de un personaje que ha dejado atrás androides, alter-egos y tangs de naranja... Todos recordaremos aquellos videoclips en los que La Casa Azul jugaba con la ficción creada por David, Virginia, Sergio, Clara y Óscar, ese falso grupo poppy tras el que se escondía un frontman en la sombra. A medida que el propio Milkyway ha ido recorriendo trayectos y emociones varias, estos amigos imaginarios, androides o no, han ido perdiendo tanta fuerza. Y es así como Guille, convertido ahora en cohete, vuela por los cielos de esa Polinesia sin refugiarse en globos de colores o fiestas de amigos. De hecho, en el clip “Todas tus amigas” (dirigido por Nadia Mata Portillo) estos personajes han desaparecido por completo... ¿volveremos a verles pronto?

Y así por fin llegamos desprovistos de armas a “La Polinesia Meridional”. Guille Milkyway se desnuda de la forma más honesta posible, a base de letras amargas (“...no hay felicidad no hay revolución...”, entona en “Una mañana”) que contrastan enormemente con el esbozo de los sintetizadores, campanas, metales y demás iluminación sonora. Sin olvidarnos de la colaboración de Silvia Sanz (de la formación madrileña Niza) en temas como “La vida tranquila”, quien ya trabajó con Milkyway en el tema “Yo también”.

Así, una vitalista “Los chicos hoy saltarán a la pista” se transforma en la declaración de intenciones de este trabajo. Una llamada general a la movilización que en esta época cobra quizás más sentido reivindicativo que nunca. Eso sí, bañada en el preciosismo setentero de una buena bola de discoteca... Junto a este track los que siguen su misma estela, como “Colisión inminente”, “Una mañana”, “Sucumbir”, “Sálvese quién pueda” o “Todas tus amigas”. Temas pensados para situarse entre la vigilia y el desenfreno eufórico, en ese frágil espacio en el que la alegría suprema llega a ahogar. Un terreno, por otro lado, en el que Milkyway se siente cómodo y que domina a la perfección.

Sin embargo, este álbum cuenta con temas más calmados en los que la velocidad adquirida y aprendida antes estalla por los aires y nos mantiene ingrávidos. Es así como llega el corte que da título al disco, “La Polinesia Meridional”, en el que todo parece ir a cámara lenta a ritmo de atardecer. Se trata de la canción más elegante de este trabajo, con esa vuelta a la lounge-music convertida en un “delirio final”. Junto a ella, “La niña más hermosa”, corte a lo Phil Spector que cierra el disco de forma magistral abriendo la puerta a ese paisaje ocre, con playa incluida, que aparece en el diseño de la portada (de Gregorio Soria).

Destacar “La fiesta universal” y “Terry, Peter y yo” como esos temas que hemos rescatado y dejado en el escritorio de nuestro portátil para amenizar cualquier momento... El primero, un tema que apela a la autosuficiencia, a la defensa de uno mismo y a la lucha contínua por “empezar a respirar”, en esa búsqueda de la felicidad que todos intentamos emprender con la cabeza alta. Una melodía blanca con toques funk que transforma al falsete y a los tonos altos en nuestra pareja de baile. El segundo de los temas vuelve a esa megalómana fórmula tan Milkywayana en la que nunca está de más introducir nombres de viejas glorias como Peter Allen (estuvo casado con Liza Minnelli) o Terry Melcher (el hijo de Doris Day)... algo que nos remite de forma obligada a “Esta noche solo cantan para mí” de “La Revolución Sexual”.

El mirarse al ombligo de los propios dolores emocionales queda al margen cuando se trata de los temas “Europa Superstar” o “Sálvese quien pueda”, en los que pasajes como “brindaremos por la fatalidad a la salud de la vieja Europa” dejan de ser meras anécdotas coloristas del nuevo trabajo de La Casa Azul. Y es que si despojáramos a cada canción de sus arreglos musicales, tendríamos como resultado un compendio de poemas pesimistas que nos lanzarían al borde del precipicio; sin embargo ahí reside la grandeza de Milkyway como productor: en empastar letras más o menos oscuras con melodías luminosas e incluso cegadoras y transmitirnos que sí que hay optimismo, que las puertas cerradas solo lo están porque no nos hemos acercado a abrirlas y que este “La Polinesia Meridional” es, como el propio Milkyway dice, “una oda al escapismo”, pero sin despegar los pies de la tierra.

En estos últimos coletazos que el 2011 nos deja a base de píldoras musicadas, este último trabajo de La Casa Azul se convierte en uno de los discos a destacar a lo largo de los pasados 12 meses. Será por lo ansiado, por la expectación creada, por nuestra devoción sincera y casta hacia Guille Milkyway o simplemente porque “La Polinesia Meridional” es una de las mejores producciones nacionales que hemos compartido con todos vosotros, alquimistas. Y a la espera de que comience su gira (de momento solo se han confirmado las fechas de Valencia, Madrid y Barcelona) os dejamos con el vídeo que acompañaba a “Todas tus amigas”. Y recordad... “...somos éter, somos hadas, orgonitas, polvo sideral...”.


“Todas tus amigas” (Nadia Mata Portillo, 2011)

Tracklist “La Polinesia Meridional:
01. Los chicos hoy saltarán a la pista
02. ¿Qué se siente al ser tan joven?
03. La fiesta universal
04. Sucumbir
05. La Polinesia Meridional
06. Colisión inminente (Red lights, red lights)
07. Terry, Peter y yo
08. Una mañana
09. Todas tus amigas
10. Europa Superstar
11. La vida tranquila
12. Sálvese quien pueda
13. La niña más hermosa

Próximos conciertos La Casa Azul:
02 marzo – Valencia (Sala Mirror)
24 marzo – Madrid (Sala Ocho y Medio)
31 marzo – Barcelona (Sala Apolo 1)

Más info:
http://elefant.com/grupos/la-casa-azul
http://www.myspace.com/lacasaazulband

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