Pero no lo digo yo ¿eh?, que esto lo dicen unos americanos ultrareligiosos de esos raritos que hay en el país de las libertades y las oportunidades... Oportunidades para el que se atreva, claro.

Estaba nuestro George Michael en cama el pobrecino, ahí tirao con una neumonía ingresado en un hospital algo más de un mes que casi le da un chungo cuando, así de pronto como sin venir a cuento, un grupo llamado Cristianos por la Moral de América aprovechó para pedir su deseo de Año Nuevo:

-Oh my God... Repetid conbigo, herbanos
-Oh my Gooooo...

-Oh, my lord.
-Oh, Mailord...

-Te imploramos, pedimos, rogamos, suplicamos, apelamos, encomendamos, demandamos, oh Santísimo...
-Euh... viridianos, ennortamos, apalabramos y más cosas acabadas en amos... oh, santísimo...

-Que ese ser al que apodaste George Michael y que tan mal lo está pasando deje de sufrir... ¡y muera! ¡Muera muchooooo! ¡¡Muajajajajajaja!!

Que dicen, o ya más bien decían, se merecía lo que le estaba pasando porque era un castigo divino por su "estilo de vida satánico" y "promover la homosexualidad". "Es necesario que George encuentre ya un final apropiado a su estilo de vida", llegaron a proclamar.

Ahora el cantante, ya recuperado, les ha respondido con un escueto: "Bastardos chupapollas", que creo que era una película de Tarantino.

Ehm... Sólo puedo añadir: ¡Joder cómo está el patio, señores!