Ya se venía anunciado desde hace unos meses pero parecía que hasta que no llegará el día, la noticia no fuera real. Costaba de asimilar que un centro universitario como el Colegio Mayor Luis Vives viera cerrar sus puertas. Un espacio con más de cincuenta años de vida, que reunía un lugar de residencia para los estudiantes universitarios y un Auditorio destinado a cualquier clase de actividad cultural (música, cine, coloquios…). Hoy ha llegado la despedida de su actual Director (José María Goerlich Peset) a nuestros correos a través de un comunicado. En sus líneas se explicaba como habían ido sucediendo los acontecimientos que han llevado al cierre definitivo del Colegio. En un primer lugar se quiso destinar el edificio para los despachos de una facultad que estaba en obras, pero cuando esta idea se abandonó, se hablo de problemas estructurales, a pesar de que fue reformado hace apenas quince años. Además hace sentir desde muy dentro que este Centro no haya tenido una despedida merecida, vamos entendemos que se refiere a la despedida oficial, a la que le debe rendir la Universitat de València, por que la nuestra ha sido una despedida emotiva y dolorosa, y como no más que merecida. Se habla de especulación dentro de esta decisión, si bien y no con ánimo de defender el cierre del centro, entiendo que esto ha sido otra consecuencia de la profunda crisis a la que nos ha lanzado el gobierno valenciano y que la rueda es grande, y el Colegio es uno de los peces que se ha mordido la cola. Si, seguramente, la idea sea privatizar el centro y así obtener mayores ingresos, y tristemente esta es la orden del día. Poco a poco la cultura ya no será ni la mitad de importante de lo que ya lo era. Es decir de la mitad de nada, queda otro nada.

 Polémicas a parte, esta tarde ha tenido lugar el último acto del Colegio y sinceramente ha sido una de las mejores despedidas. El talento de Gilberto siempre nos deja hipnotizados, y era muy atractivo además de estar apoyando la despedida del Colegio, el asistir al visionado del documental que ha realizado Iñaki Antuñano y producido por KILL THE TV. Destacamos también su fotografía que corre a cargo de Miguel Blázquez, Javi Gurrea y Pablo Maison, y la labor del técnico de sonido Luis Shipley. El interés viene marcado por partida doble, ya que este documental musical tiene su origen en el directo que ofreció Gilbertástico junto a su banda los Jacobinos hace un año en el mismo escenario al que hemos dicho adiós y por qué este acto ha supuesto también la despedida de la obra Versalles, el primer larga duración de Gilbertástico. Fue un día de etapas que llegan a su fin pero que tristemente, algunas no saltaran a otro estadio posterior, como alivio siempre nos queda saber que artistas como Gilberto Aubán seguirán con nosotros de momento y esperemos que por mucho tiempo. El documental combina imágenes del directo en el Auditori Montaner junto secuencias donde Gilbertástico se despide de los Jacobinos, escribiendo una carta cual poeta en un parque. Entre tema y tema se suceden imágenes marinas y montañosas, las cuales describen el espíritu que encierra el autor de la obra y su presente conexión con la naturaleza, con el estado más puro de su mismo yo.