
Nacido
un 8 de enero de 1935 en Tupelo, Mississippi, Elvis Aaron Presley destacó en
cualquier palo cuyas raÃces entroncaran con la música americana, y a la
conmoción inicial tras escuchar su fantástica voz se unió el shock que supuso su primera aparición en televisión, cuando
millones de personas pusieron cara al futuro mito. Tal avidez por sus shows
catódicos llevó en 1958 al mismÃsimo Ed Sullivan a firmar un cheque por valor
de 50.000 dólares por tres actuaciones, aunque a buen seguro los recuperó con
creces después de las mismas. Ese mismo año fue reclamado por el ejército hasta
1960, y su historia de amor con la televisión resurgió ese mismo año, cuando
Frank Sinatra lo invitó a cantar con él en su programa, otro de los momentos
cumbre de su carrera. Tras volver a su casa de Graceland, graba su primer disco
de góspel, un género que se encargó de revitalizar con su personalÃsimo estilo
y gracias al fenomenal equipo de arreglistas que lo escudaban en sus
grabaciones. En 1961 decide centrarse en
el cine (llegó a rodar un total de 31 pelÃculas, con sus correspondientes
bandas sonoras) hasta que reaparece ocho años después en Las Vegas de forma
oficial, sin contar el concierto para televisión que dio en 1968, editado bajo
el nombre 'Elvis ’68 comeback special',
un documento imprescindible en el que el Rey se muestra algo nervioso después
de muchos años sin plantarse delante de una gran audiencia (si pinchais en el enlace del tÃtulo podreis verlo Ãntegro). Aquà lo hizo como
precursor de los actuales unplugged,
sentado con su espectacular traje de cuero y su tupé sudoroso en torno a sus
músicos originales, entre los que estaba su primer manager y guitarrista, el
gran Scotty Moore. Verlo en ese tramo de su vida artÃstica es toda una delicia,
aunque el espectáculo se completaba con algunos números musicales grabados en play-back, promoción pura y dura.
Antes le habÃa dado tiempo a
visitar la Casa Blanca y estrechar la mano del presidente Nixon, en diciembre
de 1970, en un encuentro en el que el dirigente pudo comprobar la honestidad
como patriota de Elvis y su supuesta oposición al modo de vida hippy, en el que las drogas empezaban a
cobrar protagonismo. Curiosas declaraciones, si tenemos en cuenta que sólo
cinco años antes se habÃa reunido con los Beatles en su visita a suelo
estadounidense, y según las malas lenguas los de Liverpool habrÃan compartido algo más que
palabras, risas y música con el Rey (aún babeamos pensando que alguien, en
algún lugar, tuvo que grabar esa maravillosa reunión y que otro alguien la
guarda como oro en paño esperando el momento de la subasta).
Nosotros nos quedamos con uno de
sus mejores conciertos, uno de los tres editados oficialmente, si contamos el
ya citado especial para televisión, y sin duda el más conocido y base del disco 'Aloha from Hawaii via satellite'. Se
trata de una de las actuaciones, la del 14 de enero de 1973, que realizó en el
Honolulu International Center de Hawaii, retransmitido luego en diferido a más
de 30 paÃses y donde la imagen de un Elvis con su famoso traje blanco, bastante
más entrado en carnes y respaldado por la mejor banda que tuvo nunca es
sencillamente espectacular. No fue su última gira, pues esta vendrÃa cuatro
años después, poco antes de su muerte, y también tendrÃa su correspondiente
testimonio, 'Elvis in concert', con
dos conciertos registrados como última prueba de su presencia en un escenario. ¡Ah! Y no olvidemos que Elvis
está vivo… no sabemos dónde ni cómo, pero mientras nuestros corazones sigan
latiendo, él nos acompañará allá donde vayamos.
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