La renovaciĆ³n de Superseco


Superseco vuelve tras el parĆ³n estival. No sabemos todavĆ­a cĆ³mo de bien les habrĆ” sentado el verano del 2012, porque, durante estos meses, desgraciadamente, se ha caĆ­do de la formaciĆ³n Montse, teclista y coros de la banda, y Ćŗnica presencia femenina de la banda, quedĆ”ndose MartĆ­n (voz y guitarra), Cabo (guitarra), Rafa (bajo) y JuliĆ”n (baterĆ­a), lo que les estĆ” obligando a readaptar las canciones a su nueva condiciĆ³n de cuarteto de composiciĆ³n clĆ”sica: guitarra, bajo y baterĆ­a.

El concierto serĆ” una buena excusa para poder imaginar el futuro devenir de la banda, tras sacar durante el primer semestre del presente aƱo un segundo ep, El fin del mundo, que era todavĆ­a mejor que el ya magnĆ­fico primero, DĆ­as de lluvia (sĆ­, una ironĆ­a en toda regla el tĆ­tulo de ese disco para un grupo que se llama Superseco), y donde pulĆ­an algunos defectos (menores) que repercutĆ­an en el resultado del anterior, como cierta tendencia a alargar innecesariamente las canciones, hasta que alguna daba vueltas sobre si misma, llenando de una forma mucho mĆ”s serena e imperceptible los casi seis minutos que siguen durando algunas. El fin del mundo (sin dudas, uno de los ep nacionales mĆ”s destacados del aƱo... como DĆ­as de lluvia lo fue del aƱo pasado) es, a la vez, mĆ”s variado, cogiendo ya forma alguno de sus tracks de esas canciones de impacto directo (ejemplo: Viaje) que el gran pĆŗblico suele demandar para aficionarse a un grupo (la diferencia con otros es que en el caso de Superseco esa identificaciĆ³n no aparece de forma forzada, sino como resultado de un hallazgo en pleno estado de felicidad compositiva). En sus Ćŗltimos directos (y que recuerde he ido a todos) han presentado, ademĆ”s, alguna canciĆ³n nueva, como Por ti, con un embriagador aroma a single popular de los buenos que tira de espaldas.

Y es que siempre es maravilloso reencontrarse a Superseco en vivo, una cita mĆ”s o menos bi o trimensual a la que hay que acudir puntual como un reloj, dispuesto a refrescarse, a dinamizarse y a emocionarse. Magia, podrĆ­amos definirlo. Los componentes de Superseco me recuerdan a aquellos maestros de high school del medio oeste norteamericano que se juntan, como amigos que son, para echar mano de su hobby, tocar mĆŗsica, intentando conservar, rascar, a travĆ©s de la aficiĆ³n comĆŗn unos aƱos mĆ”s de juventud (sĆ­, algunos de los miembros de la banda son profesores). No tienen ya 20 aƱos, y eso se nota en una mayor madurez expresiva y musical. Tocan un pop guitarrero, sencillo (descomplicado, que dirĆ­an los latinos) y festivo, que no anula en ningĆŗn momento la seriedad de fondo de su propuesta y su total huida del horterismo o de la pose cool, supongo que la “tara” que impide que ganen los concursos de bandas en las que se suelen inscribir. AĆŗn asĆ­, disfrutan tocando, como descubrimos en sus miradas y bromas sordas mientras actĆŗan, y el pĆŗblico, con un poco que sea receptivo y/o reflexivo, se acaba apuntando con alegrĆ­a, aunque partan desde el desconocimiento de visitarlos por primera vez; tal es la descarga de buen rollo e inteligencia que desprenden. Este prĆ³ximo viernes 19, gratis, en El Volander, a partir de las 20:30, una nueva descarga. Ya era hora, que el verano sin ella ha sido muy largo.

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