Ártico + Lauda – Deluxe Pop Club. Valencia, 22 – 2 – 2013


Ártico + Lauda – Deluxe Pop Club. Valencia, 22 – 2 – 2013

Ayer, con entrada gratuita, y siendo dos grupos, Ártico y Lauda no llenaron ni de lejos las pequeñas dimensiones del Deluxe Pop Club. Eso es un hecho: Ártico quizás nunca haya llenado una sala (de hecho, pocos del público asistente parecían venir por ellos), desde que empezaron ya hace unos años, mientras que Lauda son unos recién llegados, al menos con ese nombre, a pesar de formarse con miembros de bandas anteriores como Ctrl Alt Supr, Copenhague en bicicleta (que se paseaban por Valencia sobreviviendo con versiones maravillosas de The Smiths) o los archipresentes Megaphone oú la mort. Si te has pateado, dentro o fuera, un poco el indie valenciano, sabes que tanto Lauda y Ártico tienen inicios muy en común, cuando apareció toda una generación de indie-pop-rock valenciano (junto a otros nombres, como Intravisión, Ricochet o Imago), bandas casi siempre amigas (y es que ésto de la música, comprobamos, suele ir por círculos y relaciones personales) que tocaban juntas o compartían componentes, y que fueron vilmente despreciadas por las revistas y páginas musicales, no dejándoles un lugar en la historia, al menos de la música independiente de la ciudad, mucho más merecido que otros grupillos de “opereta” presentados por supuestos grandes y respetados promotores, sobreviviendo ahora (Ártico, por ejemplo; no desde luego esos promotores, que siguen viviendo, pase lo que pase, de puta madre) como pueden, con un concierto aquí y allá cada varios meses.

Eso es un hecho... y una desgracia. Porque Ártico y Lauda ayer sonaron como la quintaesencia de lo mejor del pop indie, ya no sólo valenciano, sino nacional, ése que te despierta con inaudita sencillez las ideas más complejas y los sentimientos más hermosos. Cuando llegué a casa y me puse a compartir el álbum fotográfico completo que hice en Facebook (ejem...), con muchas más fotos (varias decenas más, en verdad) que el que dejo aquí abajo, por cierto, sólo pude confirmar, como único comentario, que había presenciado dos conciertazos, pensando que, quizás, no encontraría las palabras exactas o justas para expresar a la mañana siguiente lo que había visto apenas una hora antes en ese momento, sin volver a repetir las mismas frases de elogio de siempre, o sin parecer el típico adorador ciego con ánimo de groupie que pone a su grupo predilecto por las nubes, o el gacetillero que intenta quedar bien con todo el mundo soltando banalidades y generalizaciones publicitarias de copia y pega, o, simplemente, el negociante sin escrúpulos, que cree que va a conseguir contactos en el mundillo exacerbando sus muestras de apoyo a las bandas.

Pero ahora mismo, todavía en verdad mudo por la experiencia de ayer (no muchos conciertos consiguen eso, pero cuando lo hacen, la vida coge otro color y el día siguiente es mucho más feliz), sin saber realmente qué decir, me da igual acabar entrando en una u otra categoría: Ártico, con la inestimable y fascinante presencia y voz de su cantante, Mamen Sánchez, te sumerge en un estado de ensoñación, de la que sólo te pueden despertar esos bruscos finales que usa Ártico para acabar sus canciones en directo, una forma de darte de bruces con la realidad, pidiendo, como de pequeño a tu madre al despertar, que te dejen en la cama cinco minutos más. Ártico transita, sin mayor complicación, entre los pasajes más oscuros y los dulces, con la misma facilidad y falta de reiteración con la que sus letras pasan del español al inglés. Llevaban tiempo sin actuar, pero sería muy injusto que tardaran en volver a hacerlo: canciones como Pulpo o Trampolín se merecen ser escuchadas una y otra vez, que su ternura se difunda por las salas de la ciudad como una suave niebla.

Lo mismo sirve para Lauda: ayer presentaban su primer ep, Mágico fin de fiesta, producido por Sergio Devece, y al que todavía le falta bastante para ser lanzado al público. Sí, quizás se están adelantando a la hora de publicitarlo, pero quiero pensar que es porque llevan música en las venas y necesitan dejarla salir o reventarán. Lauda tiene un directo cortísimo, de 7 u 8 canciones apenas, que, después de escucharlas, hacen que desees que lancen pero ya ese ep, porque esas profundas historias de derrotas se te quedan dentro desde la primera escucha, perfectamente instrumentadas ya en un variado y preciosista acústico. Predigo que Donde lleguen tus botas o Uri Geller sonarán mucho en mi mp3.

No tarden en escucharlos: es un ejercicio precioso, se lo aseguro.

Más info:
                                                                      Ártico





Lauda









Ártico - Pulpo


Ártico - Last Dance


Lauda- Donde lleguen mis botas













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