El nuevo álbum de Dwomo, “Electroshock Taronger” contiene su particular visión de diez temas históricos del pop valenciano.
“Electroshock Taronger” (Hall of Fame Records, 2013) ha sido grabado y mezclado por Luis G., el "tercer Dwomo" y también responsable de arreglos y programaciones en los estudios Lui’s Garage. Masterizado por El Mono en Benimaclet, cuenta con la producción del dúo y de Caballero Reynaldo. La presentación gráfica y fotografía corren a cargo de Aitana Carrasco Inglés y Stella Blasco Berlanga respectivamente. En el disco han colaborado Carles Carrión y Dani Esteve, autores de las jocosas intro y outro, además de nombres históricos del pop valenciano como el propio Julio Bustamante (voz) y el colaborador habitual de Dwomo, Gilberto Aubán (sintetizador).
En su quinto álbum de larga duración tras “Osinaga” (DRO 2002), “Hijos de un domador” (DRO, 2004), “Moscas en diciembre” + “Rapsodia de frutas” (DRO, 2006) y “Disco Dios” (PIAS, 2009), la pareja que lleva instalada en Valencia desde 2007 ha seleccionado un repertorio de versiones que abarcan cuatro décadas de la historia musical local y un amplio espectro de géneros. Tamizados los temas escogidos por la particular iconoclastia de Antonio y Jorge, su última entrega discográfica tiene las características de un trabajo propio, pues saben llevar a su terreno los temas ajenos y hacer que suenen al inconfundible cosmic cocktail que es el santo y seña de esta pareja con vocación de trovadores trashumantes y lúcidos juglares.
En 2006 ya nos entregaron junto con el excelente álbum propio “Moscas en diciembre”, un disco de versiones, “Rapsodia de frutas”que era una verdadera miscelanea de géneros y artistas que presagiaba el gusto de la banda por el eclecticismo. Así, junto a figuras añejas como The Velvet Underground, iconos de los ochenta como The Cure, de los noventa como Ween o bandas de vanguardia como The Residents, el dúo incluía versiones de Mocedades, una versión en francés de “La noche de que te hablé” de los madrileños Leño o la impagable versión de “Un velero llamado libertad” de José Luís Perales en inglés.
El álbum tiene su origen en el repertorio escogido para participar en el ciclo de conciertos “Intercanvis” que el crítico musical Rafa Cervera organizó hace cuatro años en el Octubre Centre de Cultura Contemporànea y que convocó a una docena de bandas y solistas con un hilo conductor común: que su repertorio consistiera en versiones de temas de grupos y solistas valencianos. Hasta la fecha, sóloCaballero Reynaldo había registrado su participación y publicado el repertorio seleccionado en la web de Hall of Fame Records.
A pesar de tratarse de composiciones ajenas, Antonio y Jorge consiguen que el álbum funcione como propio. El inconfundible estilo del dúo y su capacidad para darle la vuelta a los temas, llevándolos a su terreno, está presente en todos y cada uno de ellos. Así, nos descubren temas que pocos de los aficionados locales a la música conocíamos como es el que abre el álbum, una canción de 1967 de Colonel Pipo titulado “La Paloma de la Paz”, que junto con “Si Senyor” (1972) de Ovidi Montllor nos retrotraen a esos años donde la praxis musical era también ejercicio político. Más lúdico es su paseo por los ochenta y los noventa, revisitando “El sueño del sapo” (1990) de Amor Sucio o “Congo” del grupo del inclasificable Hilario Cortell, Esgrima, tema de sonoridades oscuras la primera y alucinada balada de amor a un perro la segunda. Ambas junto con “La alegría de cantar” (2009) de Felón y su Mierdofón componen la selección menos amable del disco.
Brillan con luz propia, eclipsando a los originales la versión de “No tengo nada” (1983) de In Fraganti el trío que a principios de los ochenta formaron Julio Bustamante, Remigi Palmero y Tico Balanzá. Prueba de la capacidad de alquimistas del dúo la versión de “In the city” (1993) de los cañeros R.C.Druids, donde transforman un tema de sonoridades grunge en un auténtico rompepistas en una versión que coquetea con la música de baile y la electrónica a partes iguales. De lo mejor del disco.
Excelente ejercicio de deconstrucción sonora el que hacen con el hit tecno de los ochenta “La noche no es para mí” (1982) de Vídeoque el dúo transforma en “Night is not for me”, donde sustituyen los teclados MS20 por la ardiente harmónica de Antonio y el sonido electro por aires alt country. Junto con la versión de “Latino” del mismísimo Francisco y “Amour Ancien” (Amor Antiguo) de Julio Bustamante de lo mejor del álbum. En la primera, interpretada en italiano, consiguen transformar ese horror de la música ligera en un tema con un desarrollo final de teclados que emocionan. La versión en francés del tema de Julio cuenta con la inestimable colaboración del autor del tema, y se convierte en un sentido homenaje al veterano músico valenciano.
Como afirman en su página web, “Valga esta incursión como sincero homenaje y reconocimiento. No es sólo un álbum de versiones, es una apasionada terapia de choque”. Terapia plena de vitamina C y descargas eléctricas. La presentación será el próximo 21 de junio en el Dub Club, en una noche de cosmic cocktail y sorpresas con Gilbertástico de telonero y sesión a los platos de Rafa Cervera. Disfrútenlo.
Ilustraciones: Aitana Carrasco Inglés
Fotografía Dwomo: Stella Blasco Berlanga
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