Sr. Chinarro.Sala Madchester Club. Almería, 29/06/13

Ayer, la noche almeriense, se presentaba repleta de música en directo. Entre todas las citas, el directo en formato acústico de Sr. Chinarro, era cita ineludible para sus seguidores. Antonio Luque confesaba que era la segunda vez que tocaba en Almería, con el humor ácido que le caracteriza, y el cual no quiso abandonar durante su actuación, prometía no tardar otros cuarenta y dos años en volver.
Subía al escenario, esta vez sin banda, defendiendo sus canciones tan solo con su voz y guitarra, sus cuerdas testimoniaban aporreos, caricias y rasgaduras, y nosotros recibíamos los temas que conformaron el set-list en un difícil ejercicio respiratorio, en el que la acción de inspirar nos hacía ahondar en lo más profundo, y la espiración nos liberaba de la tensión lírica que domina el señor Luque. Compendio de rarezas, traídas para la ocasión, consiguieron contentar a los allí presentes.

Hubo también lugar para su último trabajo “Enhorabuena a las cuatro” con “Rechace imitaciones”, “Catequesis” y “Stella Maris” entre otras. Un set-list que le ponía a prueba, y que alcanzó momentos álgidos con cortes como “Babieca”, “Gran poder”, “María de las nieves” y “Gitana”. El inicio lo marcó “Esplendor en la hierba”, continuo con la intensa “El cuadro”, con maestría nos trajo “Lección” sin que la ausencia del ritmo ragtime la hiciera deslucir, aparecieron ritmos y coros pegadizos en “Tímidos”, “Vacaciones en el Mar” y “Una llamada a la acción” que dibujaron algunas de las escenas luminosas de la noche, y nos regalo pequeñas joyas como “Lejano oeste” y “El peor poema” dominados por su fluidez literaria. Los desamores se encontraron en “El gran poder” dejándonos uno de sus mejores temas: “No es que me las dé de adivino, todo está en el cerebro, hay un amor universal donde quiera que estés durmiendo”, donde la cadencia sonora se convertía en manto emocional.


Tras “Remordimientos”, un pequeño bis, y a continuación enlazo “El destino turístico”, con claras reminiscencias de la esencia indie de los noventa , “El alfabeto Morse” y “Los ángeles”, tema que cerró una velada intimista, una canción que consigue la formula de pop-rock en estado puro. Hace unas semanas alguien me contaba que Sr. Chinarro era difícil de escuchar, no en sentido peyorativo, sino más bien pensando en la crudeza de sus composiciones, pero también matizo que esto pasaba antes, que ahora era más accesible. Creo que esta apreciación es una de los rasgos que pueden definir la evolución de la larga y prolífica trayectoria de Antonio Luque.


Anoche la tradición costumbrista y surrealista de sus letras fueron las protagonistas, la palabra como arma, juegos, refranes, y metáforas que encajaron a la perfección, y sintonizaron con un público que en parte fue respetuoso, en la otra parte, tuvimos lo de siempre, la poca seriedad que existe en la música en directo.