Steel Panther – Razzmatazz 2. Barcelona, 7/03/2014. 

Son muchas las formas de enfocar la crónica de un concierto como el que ofreció Steel Panther el pasado viernes en Barcelona. De la misma manera que son muchas las formas en las que un@ puede tomarse al grupo formado por Michael Starr, Satchel, Lexxi Foxx y Stix Zadinia. Pero se enfoque como se enfoque, hacerlo desde otro sitio que no sea el sentido del humor me parece una pérdida de tiempo. Cuando uno va a ver un espectáculo como el de Steel Panther ya sabe qué va a ver, o al menos debería, y, a partir de aquí, cualquier debate sobre la autenticidad o no del grupo, me parece gasto inútil. 

¿Y qué es lo que vas a ver cuándo compras una entrada para Steel Panther? Pues un show de comedia a ritmo de heavy/hard rock ochentero. Un show de hora y media excelentemente producido. Con una iluminación, un sonido y un vestuario impecables, un ritmo que no se hace pesado en ningún momento, unas interpretaciones la mar de conseguidas por parte de los cuatro miembros de la banda y trufado de gags erótico-festivos de baja intensidad para no ofender demasiado. No descartéis verlos si no domináis demasiado el idioma inglés porque el campo semántico “boobs” lo entiende cualquiera. 

En el tema musical no creo que sea necesario profundizar demasiado pero la verdad es que Steel Panther suenan muy bien, temas como Party Like Tomorrow Is the End of the World, 17 Girls in a Row o Party All Day, sin ser nada nuevo (ni creo que lo pretendan), son muy pegadizos y perfectos para el directo. 

Mención aparte merece el público. Una está ya muy acostumbrada a ver audiencias pasivas o pasivo-agresivas (dícese de aquellos miembros del público que no cierran la boca en todo el concierto) y ver a un público con tantas ganas de pasárselo bien, tan entregado y tan dispuesto a hacer cualquier cosa que se les pida desde el escenario (que si para-paras, que si sing-a-longs, que si levántate la camiseta,…) no deja de sorprenderme. 

Ahora bien, me gustaría que ese público utilizase la experiencia Steel Panther para ir más allá. No lo dudéis, dad el paso y acercaos a alguno de los próximos conciertos de Michael Monroe, por ejemplo, tendréis la misma fiesta pero infinitamente más excitante. Por qué es eso lo que les falta a Steel Panther: pasión.