Festival Aspesuena - Aspe (Alicante), 1 y 2 - 08- 2014


Festival Aspesuena - Anexo al Pabellón Deportivo Municipal de Aspe (Alicante). 1 y 2 de agosto de 2014.

Verano. Las fiestas de tu pueblo. Fiestas patronales, verbenas, orquestas, romerías y botellones, santos y devoción, celebraciones varias, encuentros y desencuentros. Métase todos elementos en cualquier cocktelera que tenga a mano y obtendremos el escenario recurrente de cualquier localidad de nuestra greografía durante el mes de agosto. Pero en ocasiones nos topamos con ingredientes de otra condición que transforman la ecuación en algo diferente, en una agradable sorpresa entre la monotonía del estío. 

El Festival Aspesuena representa un pequeño pero maravilloso oasis entre todo este panorama. Con un cartel elaborado con excelente gusto, la tercera edición (gratuita, no podía ser de otro modo) ha contado con la presencia de The Posies (dando el toque internacional), Capitán América, Joe Crepúsculo, Jero Romero, Triángulo de Amor Bizarro, Delafé y las Flores Azules y Perro, más un gran plantel de dj´s nacionales. Nombres de sobrada y suficiente calidad que podrían estar entre los grandes de cualquier festival de categoría. 

La jornada del viernes comenzaba con un guiño a la nostalgia y un homenaje a la herencia musical de la localidad alicantina. Capitán América, banda originaria de Aspe, celebraba el vigésimo aniversario de su debut sobre un escenario con la formación original. Miguel Ángel Olivares (voz, guitarra), Vicente Vives (batería), Raúl Urios (guitarra) y Sergio Puerto (bajo) bucearon en los recuerdos de aquel abril de 1994 donde debutaron como Capitán América. 


El mismo emplazamiento, las mismas ganas teñidas del camino del tiempo y ecos de grupos de los 90 como Los Planetas (con los que compartieron cartel unos meses después en el Festival Bloque Indie) o El Inquilino Comunista. Los aspenses recorrieron las canciones de su disco "dulcegajodelimón" ("El Niño que fui", "Por Mundos Desconocidos", "Rey Mermelada"...) y de la maqueta "A placer". Placer sobre y junto al escenario, el de unos músicos disfrutando enormemente del reencuentro, personal y sonoro, y de un público que coreaba las canciones como si las hubieran llevado en su memoria todos estos años. Antes de la despedida con "Voy Contigo" (que no nos dejó con la penumbre prometida) hubo tiempo para las versiones: "Mi Hermano Carnal" de Surfin´Bichos y "Take the Time Around", de Boo Radleys

Los 90 fueron los protagonistas de la noche y esa sensación se hizo plena al saltar The Posies al escenario. Mucho público predispuesto al disfrute de otra oportunidad para recordar tiempos pasados y demostrar (y van...) que aquella década está a la vuelta de la esquina, no solo de nuestros recuerdos sino también del ruflujo sonoro más actual. 

Cuatro músicos a los que la edad no hace mella y que demostraron un magnífico estado de forma sobre el escenario. Ken Stringfellow, Jon Auer, Joe Bass y Darius Minwalla repitiendo la formación que comenzó en el 2001 y repasando de principio a fin el mítico "Amazig Disgrace" (Geffen Records, 1996). Diversidad sonora en el que probablemente sea su trabajo más acléctico, que recoge influencias de la época en la que vio la luz. Power pop, sí, pero la escena grunge respira aun con energía y un sonido más sucio y contundente, con más aristas que destellos, envuelve las canciones en un férreo abrazo. 


Los de Seattle no necesitan artefactos sonoros ni trucos de estrellas del rock; Su propia presencia sobre el escenario, el entusiasmo con el que desgranan tema tras tema y lo afilado de las guitarras son suficientes para dar una lección de cómo presentar su equipaje musical en cualquier parte. Ken y Jon, Stringfellow y Auer, se alternan en las voces y en los saltos y en el protagonismo sobre el escenario. Miradas cruzadas y voces entremezcladas en los instantes más brillantes de la noche. 

Jon se aferra a su guitarra en todo momento y levanta el brazo a menudo como para pedir una atención que ya tiene ganada desde el primer momento; Ken alterna la guitarra y los teclados en un torbellino que tiene su punto de ebullición cuando salta del escenario y se encara con el público, totalmente entregado. 

Los extras ("Solar Sister", o "The Glitter Prize") nos fueron acercando al final, a uno de esos conciertos en los que la sonrisa permanente y las ganas de más son visibles por poco que prestes atención a tu alrededor. Uno de esos pequeños milagros que sobreviven entre tanta mediocridad, esta vez de la mano de una banda a la que le quedan muchas noches por delante. 

Sensaciones así no se disipan fácilmente, y qué mejor para bajar de la nube que un cambio de tercio, proporcionado por el singular Joe Crepúsculo, alter ego de Joël Iriarte. El de Barcelona, a solas con el teclado, puso el punto bailable, petardo y tropical a la noche. Por momentos cercano al sonido de Fangoria, sus letras surrealistas y su tecno pop castizo siguieron fabricando baile de la mano de temas como "Toda esa Energía", "Ritmo Mágico" o "El Baile de las Medusas". La respuesta del público de Aspe a la pregunta de Crepus "¿En Aspe os gusta la música latina?" quedó con una respuesta clara y contundente. En Aspe gusta la música. Punto. 


Para la segunda jornada, la del sábado, apuesta enteramente nacional con cuatro nombres en distintos momentos vitales de sus respectivas carreras y un crisol de estilos muy apetitoso. 

Jero Romero continua dosificando las presentaciones de "La Grieta", su segundo trabajo en solitario, por lo que el festival aspense representaba una magnífica oportunidad para comprobar su funcionamiento en directo. El toledano se ha rodeado de nuevo de un grupo de músicos sobresalientes entre los que destaca Charlie Bautista, un correcaminos de la música que ha puesto el punto de excelencia en su participación en proyectos como Tulsa, Russian Red o Christina Rosenvinge, aparte de su banda Amigos Imaginarios. 

Con solo dos discos, Jero Romero ha conseguido que todos los que echábamos de menos a The Sunday Drivers escribamos un nuevo capítulo en nuestro universo sonoro, dejando el pasado atrás y disfrutando de esta nueva etapa que no deja de proporcionarnos canciones con personalidad propia. Los temas de "La Grieta" suenan compactos y certeros en directo, con una mayor complejidad instrumental (que bebe de fuentes como Broken Social Scene) y el habitual cuidado en las letras. 



Temas como "También" (potentísima en directo, con esa mezcla de guitarras afiladas y suavidad bien administrada), "Narciso", "El mejor" (con una línea de bajo sobresaliente y un mensaje certeramente dirigido) o "Fue Hoy" conviven con temas de "Cabeza de León", de sonidos más amables. "Desinhibida" o "Haciendo Eses" han rodado por salas y festivales de todo el país pero nada tienen que envidiar en puesta a punto a los temas nuevos. 

Giro absoluto sobre el escenario con la contundencia sonora de Triángulo de Amor Bizarro. Isa Cea comenzaba plasmando el pensamiento de muchos de los que estábamos allí, dando las gracias a un pueblo que prefiere ver grupos en directo y no "al hijo de la Pantoja"

Los gallegos manejan el ruido y los tiempos y saben plasmar en directo la contundencia de sus canciones, en una catarsis que no deja respiro ni pausa. Cabezas afirmando sin parar al ritmo de sus guitarras, brazos en alto y el contrapunto de la voz de Isa y su suavidad con aristas afiladas en el fondo, con la de Rodrigo, con su asonancia punzante y certera. Un todo atronador que desgrana disparos certeros con la forma de "El Himno de la Bala", "Robo tu Tiempo" o "El Crimen, cómo ocurre y cómo remediarlo". Violencia escénica y sonora que entronca con el punk y el shoegaze y que ofrece una suavidad engañosa en "Estrellas Místicas" o "El Fantasma de la Transición"


La contundencia de Rafael Mallo a la batería y la concentración hipnótica de Rubén Muñoz Zipo en los teclados y en la guitarra se unen a toda esta apisonadora de ruido para dar el punto perfecto a unas letras incómodas que van desgranando trallazo tras trallazo. 

Tantos son los golpes recibidos, que la presencia de Delafé y las Flores Azules sobre el escenario parece necesaria para bajar revoluciones. Pero nos equivocamos; aquí no hay aristas, no hay disparos sonoros, pero el ritmo no baja en ningún momento. Óscar D´Aniello y Helena Miquel han evolucionado hacia ritmos más bailables y eso se hace patente en sus directos, en los que la hiperactividad de Óscar se hace contagiosa. Nadie puede permanecer quieto en un directo de los catalanes. Así que "Volvemos a empezar de cero" y bailamos. 

Óscar y Helena han conseguido una mezcla interesante apta para todos los gustos: trip-hop de letras vitalistas y cotidianas, sin la propia dureza del género, y raíces pop que les proporcionan melodías luminosas y altamente adictivas. La voz de Helena es responsable en un alto grado de toda la luz que tienen sus canciones, ya sea en los coros o en la voz principal, y Óscar parafrasea con maestría unas letras que dan múltiples definiciones de lo que significa estar enamorado. 


"Río por no llorar", "El Indio", "Espíritu Santo", "Cielo", "La Primavera"...Los temas de sus dos etapas se van sucediendo y Helena desgrana presencia y voz. Óscar alterna con las percusiones y suda la camisa como pocas veces hemos visto, en una demostración casi gimnástica de lo que es bailar sobre un escenario. Suenan "Mar el poder del mar" y "Enero en la playa" (en una versión más animada que la original) y ya nos han convencido. Esto es la alegría de vivir. 

Llegan las 4 de la mañana y las piernas empiezan a flaquear, pero Perro nos dan razones más que suficientes para seguir en marcha. Primero, por las ganas de disfrutarlos por fin en directo, ya que han sido una de las sorpresas del año. Los murcianos llevan tiempo trabajando en este complicado negocio, y con su primer trabajo editado en formato físico están recogiendo los frutos merecidos. Maquetas, epés y una buena colección de conciertos por toda la geografía española les están dando visibilidad. De la calidad (que la hay, y mucha), ya se encargan ellos. 


"Murcia mola", repetía el público aspense, recordando la primera participación del combo murciano en su festival y comprobando in situ su evolución sonora. Los temas de "Tiene bacalao, tiene Melodía" transmiten un buenrrollismo indudable, con letras canallas llenas de referencias futbolísticas y de la escena musical. Ruido y más ruido, estribillos pegajosos que se quedan en la cabeza durante días (como los de "Catán" o "La Reina de Inglaterra"), y un envoltorio caótico y gamberro que hizo que sacáramos energías de la nada para saltar con "Marlotina", "Larry no come" o "Gran Ejemplo de Juventud"

Un cierre perfecto (en el directo) para un pequeño proyecto realizado con gusto, una propuesta musical sobresaliente entre tanto fenómeno de masas a la que desde estas líneas queremos felicitar. ¡Larga vida al Aspesuena!

Texto: Susana Godoy
Fotografías: Susana Godoy y María Carbonell



CAPITÁN AMÉRICA






THE POSIES






JOE CREPÚSCULO






JERO ROMERO






TRIÁNGULO DE AMOR BIZARRO






DELAFÉ Y LAS FLORES AZULES






PERRO





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