Galavera- Dos y Dos. Infinito Discos, 2014

Galavera- Dos y Dos. Infinito Discos, 2014 

En torno a la esencia de la música siempre giran múltiples factores que en el proceso creativo se encuentran para construir joyas en forma de discos, bienes con altas cotas de valor para enfermizos coleccionistas y empedernidos melómanos, que toman posición en sus hogares para quedarse y formar parte de la banda sonora de sus vidas.

"El contexto determina en gran parte lo que se escribe, pinta, esculpe, canta o ejecuta" afirma David Byrne en "Cómo funciona la música", contrariando a la creencia común de que la creación nace de una emoción interior. Situémonos en un cálido hogar familiar con vistas al mar, en él habitan Raúl Tamarit (Los Radiadores) y Vanessa Juan, y revolotean dos niñas, Gal.la y Vera, las cuáles dan nombre al proyecto musical Galavera. En este nuevo camino musical, Raúl Tamarit, abandona la electricidad y la potencia de Los Radiadores para reposar en melodías evocadoras en clave de folk, que flotan en medio de un paisaje, para dejar fluir una corriente de emociones conectadas por: "el ritmo de la vida, el paso del tiempo, el miedo a la pérdida o a lo que no conoces, o incluso el miedo a uno mismo", según nos desvela Raúl. Su primer trabajo, es una combinación perfecta del contexto y la emoción, el primero entronca con el sentimiento, el interior y el alma de Raúl y a Vanessa, factores claves y determinantes de la obra.

"Dos y dos" (Infinito discos, 2014), contiene seis cortes que dibujan un recorrido con pasajes decorados por la instrumentación clásica del violonchelo de Vanessa Juan, electrificados de manera sutil con la guitarra eléctrica de Raúl y la guitarra Slide, teclados y bajo de Sergio Devece (al cargo de la producción), marcados al ritmo de las percusiones de Sergio e insuflados en algunos cortes por una magnífica sección de vientos formada por trompa (Vanessa Juan) y trompeta (Sebas Martí).

Partimos con la desoladora "No quiero volver a tu lado" donde la voz nos recuerda más que nunca a Josele Santiago, y es que la mella enemiga en Raúl Tamarit es una clara evidencia, una influencia marcada con su gran personalidad que nos regala cortes tan viscerales como éste. Como buen hombre curtido, también hay cabida en esta primera entrega, a homenajes cinéfilos como el de "Jueves, milagro" de José Luis García Berlanga. En él, la instrumentación se funde en una auténtica orquesta que abandera el retrato de la sociedad española del momento. De forma rasgada y etílica nos nutrimos de "Sal y Limón", melancolía por doquier balanceada en aires marinos inspiradores y arrebatadores.

Dulce y tierna se presenta "Te inventaré" para regalarnos el anhelo de un mundo mejor, una forma singular de proteger y rescatar la inocencia, donde los arreglos de percusión marcan la pulsión de la vida y los vientos airean los miedos eternos de la raza humana. El rescate luminoso de "Semana Santa" nos deja con una pieza brillante pop, único tema no compuesto por el dúo, en homenaje a Edu Fort, su compañero en los tiempos de Una Sonrisa Terrible. El final del trayecto lo pone "A la sopa boba", un paseo callejero con descanso en la cultura de bar que cierra un disco completo.


Una perfecta carta de presentación, y por qué no, de punto de partida para el siguiente (y esperado) salto que están por dar Galavera. El diseño y fotografía del formato digipack en el que ha sido publicado corre a cargo de Josep Escuin. Dos siluetas desnudas enmarcadas en un fondo de dunas y cielo en color sepia que pone el marco perfecto a esta obra costumbrista.

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