Tulsa, la banda de Miren Iza, celebra su retorno y el estreno de "La Calma Chicha", su tercer disco, en la Sala Wah Wah de Valencia.
El pasado verano una noticia animaba el a menudo triste panorama musical del mes de agosto: Miren Iza, alma mater de Tulsa, anunciaba fichaje por Gran Derby Records y nuevo trabajo discográfico para principios de 2015. Atrás quedaban tres años de relativo parón musical, desde que aquel mes de septiembre de 2011 se despidiera de los escenarios españoles en la madrileña Sala El Sol para tomarse un descanso indefinido. Un tiempo en el que la guipuzcoana no ha permanecido totalmente alejada de la música: algunos conciertos en varias ciudades de E.E.U.U. (año y medio viviendo en Nueva York), y la participación en el cortometraje “Ignonauta” (Raúl Santos, 2013), al que aporta su imagen y tres canciones que forman la banda sonora.
Varias eran las incógnitas que presentaba a priori la nueva y esperada entrega discográfica de Miren Iza. Incógnitas creativas, ya que la noticia de su vuelta venía acompañada de estas declaraciones: "El trabajo, del que en próximas semanas se tendrá más información, supondrá un salto adelante estilístico y creativo en la ya de por sí consolidada carrera de Mirem y sorprenderá a propios y extraños".
Después de dos discos tan redondos como “Sólo me has rozado” y “Espera la pálida”, con una línea definida y adictiva, lo más cómodo habría sido mantener los parámetros que le hicieron convertirse en una de las voces femeninas con mayor protagonismo del panorama actual. Siempre recorriendo con sigilo el largo y fluctuante camino entre lo cotidiano y lo onírico, creando imágenes que despiertan rincones de la memoria y haciendo del desamor una metáfora sangrante y bella.
Con las primeras escuchas de “La calma chicha” (recién estrenado), se hace evidente que el universo de Tulsa sigue vigente y escala antiguos caminos. Su peculiar voz rota, de dulzura sabiamente camuflada, abandona la “americana” y se adentra en un folk-rock electrónico lleno de experimentación y capas de sonido novedosas. Cajas de ritmos, samplers, sintetizadores, jugando con las atmósferas esenciales en su música, con las imágenes que siempre nos evoca vestidas con un nuevo e interesante envoltorio. Como regalo, la participación de otro creador de imágenes que remueven el poso de sentimientos que crea el tiempo: Ricardo Lezón (McEnroe), que pone voz a la evocadora “El bosque”.
En Valencia estamos de suerte; nuestra ciudad ha sido elegida para el estreno en primicia de “La calma chicha” sobre un escenario. Tulsa estará presentado en directo su tercer trabajo durante todo el 2015 en formato trío. Como invitados, los valencianos Atlàntic, con su ep homónimo de debut como carta de presentación de una corta trayectoria como banda pero que cuenta con amplia experiencia en la escena de nuestra ciudad. Josep Bartual, Thomas Mantovani (ambos en Moonflower), Fran Mesado y Pablo Obiol (Delocksley) forman un quinteto en el que el pop y las armonías vocales maceran canciones cristalinas y directas que hacen de suave envoltorio de las letras de Bartual.
La cita, este sábado 24 de enero en la Sala Wah Wah. Las entradas, al irresistible precio de 7 euros, pueden adquirirse en Movingtickets, Harmony Discos y Let´s Go Bar Music.
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