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miércoles, febrero 25, 2015
Laurel Street - Laurel Street. Producciones Acaraperro, 2015.
Laurel Street - Laurel Street. Producciones Acaraperro, 2015.
Si abrimos el
socorrido Google Mapsen nuestro
celular y tecleamos “Laurel Street” al azar, dos puntos destacados de la
geografía norteamericana nos situarán a miles de kilómetros en la cercanía de
una pantalla. En San Diego y San Francisco, entre inmensas autovías y avenidas
llenas de naves industriales, aparecen sendas referencias como un anodino
enclave más en el mapa del sueño americano moderno. De las entrañas de las
grandes ciudades nacen los sonidos más pequeños y emocionantes. Y no es una frase
para epatar ni escribir una reseña grandilocuente, sino el reflejo de haberse
sumergido en unas canciones sinceras y emotivas.
No sería ningún secreto afirmar que el recorrido artístico
de un personaje como Steven Munar siempre ha estado marcado por el norte que
señalaron los 60, en una serie de paradas estratégicas que le dieron prestigio
a la par que menguaron la notoriedad de sus trabajos. Con los admirados The Tea Servants, en la floreciente escena mallorquina de los 90, grabó varios discos
de empaque (uno de ellos reeditado hace apenas un año), y en solitario ha
entregado ya cuatro fantásticos trabajos en los que ahonda sin salirse de los
límites marcados por él mismo en la tradición de la música anglosajona, siempre
desde una visión acústica y falsamente distante. Evidentemente, después de
tanto tiempo, no es el momento de dar un golpe de timón definitivo, así que lo
mejor es disfrutar de lo que se sabe hacer bien y de paso hacernos disfrutar a
muchos.
En su ‘Laurel street’ particular encontramos buen folk-rock,
grabado con gusto e intención y presentado con el oropel de la sencillez. El
glorioso pasado musical al que se ancla se detiene en una leve psicodelia que
solo cala hasta donde debe, y abre sus brazos en el tiempo a las primeras
grabaciones de Neil Young o los altibajos emocionales de Tim Buckley, por el
lado americano; y a la claridad expositiva de Nick Drake o los recovecos de la
discografía de Jethro Tull, por la parte británica. Especialmente elegante al
respecto suenan ‘Wait and see’ y las líneas de un delicioso hammond en ‘The rain’. Hablamos de
brillantez formal, sí, innegable en el tema titular, en el que Munar y su asociado,
al que reservamos el último párrafo, se atreven a salirse del corsé e
incorporan flautas y excelentes percusiones. El resultado, uno de los mejores
temas de su carrera y el que más se arrima a la llamarada del rock
independiente actual. Sin excesos, que quede claro, pero con sobrados
conocimientos. Sobriedad lo suelen llamar.
Podríamos pinchar inmediatamente después de esta escucha
cualquier canción de Donovan y el ambiente seguiría siendo el mismo, y tampoco
desmerecería la ocasión para refugiarse en el a veces intrincado paraguas de
Fairport Convention, pero esto es una cuestión de personalidad. La que aporta
la presencia de Pablo Sciuto, la otra mitad del flamante dúo, un uruguayo
afincado en Madrid que sabe lo que es moverse como pez en el agua en los
márgenes del mainstream (ya lo hizo
con los subterráneos Astrónomos Urbanos) y quedar plenamente satisfecho de la
experiencia. No sin razón han decidido grabar estas siete canciones bajo el
auspicio de Producciones Acaraperro, como si lo de subsistir en esto de la
música a pecho descubierto no fuera con ellos mientras se pasean orgullosos por
la hasta ahora ignota Calle del Laurel. Por lo menos ya conocen a alguien a
quien le encanta acompañarlos de vez en cuando.
Más info:
https://es-es.facebook.com/stevenmunarmusic
https://es-es.facebook.com/pablosciutooficial
https://twitter.com/moonartproject
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