Robyn Hitchcock + Emma Swift. El
Loco Club. Valencia, 29 – 4 – 2015
El británico Robyn
Hitchcock llegaba anoche, de nuevo, a su lugar predilecto
de Valencia, el Loco Club. Lo hacía sin banda, a pelo
con una guitarra, pero con la pequeña compañía de la jovencísima
australiana Emma Swift, que ejerció de telonera, además de
unírsele a Hitchcock en unas cuantas canciones.
En el 82 aniversario de Willie
Nelson (y en el 25 aniversario de la muerte de Alfred
Hitchcock), Emma Swift se presentaba como hija casi
putativa del countryman, con una camiseta de uno de los tour de
Nelson (de hecho, Willie como familia) y un par de
versiones suyas, hechas a guitarra acústica descubierta y chorro de
voz folk bajo un sedoso pelo rubio.
Apenas siete canciones representaron el
muy correcto bagaje de la actuación de Emma, que instauró un
ambiente tranquilo en un Loco levemente a medio gas, con un
miércoles repleto de quietud abandonada a la entrada. Cuando salió Robyn
Hitchcock no se preocupó demasiado de romper ese ambiente de
cordialidad, de cercanía bromista y extraños engolamientos de voz
al hablar en castellano, entregándose a un pequeño e íntimo repaso
de algunos de sus éxitos.
Y el público lo disfrutó, vaya que sí
lo disfrutó, con la búsqueda de palabras españolas por parte de
Hitchcock (cuya pronunciación, posteriormente, repetía mal una y
otra vez, ante la hilaridad del respetable), con el lanzamiento, en
medio de una canción, de la armónica que llevaba hacia una parte
del público con la excusa de que “sonaba terrible”, con el
perpetuo entretenimiento que proponía el inglés (cuando acababa
cada canción, siempre soltaba una de sus bromas, dichas siempre con
gesto de severidad inmutable, o tocaba alguna cosa... mientras
afinaba, hasta que volvía a la carga con otro de sus hits),... Y es
que, coño, son cuarenta años de carrera, de una discografía y
trayectoria vital en la que ha habido tiempo de todo: mucho pop, por
supuesto, pero también rock, country, folk dylaniano, algo de blues
de la vieja escuela, aparte de unas cuantas versiones, ya fueran de
The Doors, Nick Drake o la omnipresente Love Hurts.
¿Qué me pareció a mi? Pues siempre
me encontré levemente distanciado ante el planteamiento de un
concierto de ese palo a horas tan intempestivas (acabó a las doce de
la noche, en punto), con unas canciones que no acababan de golpear, a pesar de los alardes de virtuoso perfeccionismo de Hitchcock, pero sólo tenía que mirar a mi alrededor para
sentirme embriagado con la dulce serenidad y compañía que se
establecía entre el músico y la pequeña audiencia. Al salir, un
par de musicazos de Valencia, con los que estuve todo el
concierto, comentaban que Robyn Hitchcock era un músico de
verdad, que hacía cosas que ellos no sabían hacer ni por asomo.
Entonces, comprendí muchas cosas...
Más info:
Robyn Hitchcock
Emma Swift
Robyn Hitchcock - Madonna Of The Wasps
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Robyn Hitchcock - San Francisco Patrol
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