Segundo trabajo de Esteban Ciudad, salpicado de parajes cinematográficos 

Multidisciplinar y completo. Esteban Ciudad es uno de esos músicos que no solo se limitan a cultivar una carrera como solista en la jauría de la industria musical. Los palos que le ocupan van desde la actuación en musicales o en televisión a la realización de trabajos audiovisuales como ese “Fuera de foco” nominado en el Dada Saheb Phalke Film Festival de Nueva Delhi. No nos extraña pues que el contenido argumental de los 10 temas que conforman “Todo cambia” tenga ese ralentí a historia guionizada con imágenes claramente palpables. Pop melódico al que acostumbrarse con facilidad y con el que emprender ese “cambio” que desde su propio título se espera. 

Abriendo este segundo trabajo un “Armonías” árido y de ventisca emocional que va cobrando forma desde la desnudez de la guitarra a la incorporación de la percusión y las cuerdas. Marca las pautas de lo que iremos encontrándonos en los siguientes rincones de esa “ciudad encantada” que se deja entrever en versos, composiciones y en la propia forma de mirar de Esteban Ciudad. Una mirada personal en la que los silencios, el vacío y la propia música están presentes al igual que en sus propias historias, como en “Se nos caen las hojas”. 

Con “Flotando vas” Esteban Ciudad se atreve a acercarse a la bossa nova desde los primeros compases del tema para acabar conduciéndolo a ese paisaje sur de cajón y palmas. Una cotidianidad que se transmite en el halo con el que envuelve sus canciones. “Mañana” es uno de los ejemplos más claros: escenificar el día a día en versos como “… me sonríes y estamos así un buen rato…” o con ese “…el teléfono rompe la emoción y te borra la sonrisa…”. No es necesario ambicionar ese salvoconducto épico con el que parece que se salvan las buenas canciones. Esteban Ciudad no necesita irse lejos para encontrar su propio universo musical. 

Si la voz del cantautor tuviera ese quejío flamenco, gran parte de sus temas tendrían un envoltorio que nos podría llevar a algunos de los cortes de La Barbería del Sur que el Negri y Paquete firmaban. Así nos topamos con un “Prefiero extrañarte” que adopta los ademanes de ese pop aflamencado de corte elegante, tanto por la musicalidad de su composición, como por el coro o por la propia letras. Pero el camino de Esteban Ciudad se encamina hacia un campo más abierto, jugando con ritmos distintos, todos ellos cálidos, propicios para una noche de verano, como “Bailarina”. 

Un trabajo que consigue mantener la misma línea desde ese “Armonías” que lo abre hasta ese “Todo Cambia” en trayecto que le pone el punto y seguido. Sin estridencias, sin pelear por ningún hueco. A cámara lenta e invitándonos a aminorar nuestro paso para, quizás, darnos cuenta de que en realidad “Todo cambia”.

   

Esteban Ciudad: “Gravedad” (2015)