Todo parecía presagiar una noche en blanco en Planta Baja, a pesar de que la propuesta era de lo más atractiva el miércoles noche (de feria) cuando, afortunadamente, la natural impuntualidad del público granadino a las salas demostró que tarde, pero certeros, fueron muchos los que se acercaron a conocer de cerca esta banda británica que llegaban con muy buenas referencias.

Para paliar, en cierta medida, esa tardanza que se está convirtiendo en un tópico de la ciudad, el encargado de “hacer tiempo” sobre el escenario, a falta de teloneros, fue su propio road manager quien, guitarra en mano y acompañándose a sí mismo de bombo y pandereta se subió al escenario para “hacerse unos temillas” mientras el público empezaba a poblar la sala. Curioso y a la vez divertida anécdota que, suponemos, no es lo habitual en el espectáculo de la banda londinense.

The Proper Ornaments es uno de esos grupos netamente inglés que ha bebido de las mejores fuentes del britpop setentero, se ha alimentado del buen gusto musical londinense y ha crecido entre pubs donde el shoegaze, psicodelia sixties y la experimentación con atmósferas y sutiles armonías salidas de virtuosas guitarra. Todo ello lo combinan a la perfección con melodías vocales contenidas, sin estridencias para dar lugar a una musicalidad que te hace viajar a ese underground local que tan buenos grupos está dando incluso dentro de nuestras fronteras.

La banda, que toma el nombre de una canción de “The Free Design” se formó hace ya más de cinco años, por James Hoare, guitarrista y cantante de Veronica Falls, y el músico argentino con residencia en Londres Max Clapps quienes, tras un encuentro fortuito decidieron unirse en un proyecto donde dar rienda suelta a sus ideas y empezar a hacer realidad este proyecto.

Una vez sentadas las bases de lo que iban a hacer, en 2010 unen al resto de músicos a la banda para grabar su primer single “Recalling”,  que tuvo muy buena acogida por parte de público y crítica. A partir de ahí, la grabación de un LP homónimo al que sucedió “Waiting for the Summer” en 2013 y que no han sido más que un aperitivo mientras daban forma al disco que presentaban el miércoles en Planta Baja “Wooden Head” (Slumberland Records, 2014).

Con una interpretación impecable que consiguió crear una atmósfera de club de baile donde las primeras filas se dejaban llevar, en mayor medida que el resto de la sala, por los sonidos sixties que invitaban a moverse junto a la banda y disfrutar de una noche en la que muchos de nosotros descubríamos, gracias a la apuesta por traer grupos distintos a lo habitual en la escena, que está realizando la joven productora Fuzzy Chain, a un grupo que sin dudas va a convertirse en imprescindible en la discografía de muchos de los que estuvimos allí para escucharles.

Haciendo un repaso por el que es su último álbum consiguieron, poco a poco, hacerse del todo con una sala que tenía claro lo que iba a ver y lo disfruto desde el primer al último minuto quedándose, finalmente, incluso con ganas de más.

Un gustazo disfrutar de este tipo de grupos que, por desgracia, no suelen incluir nuestra ciudad en sus giras y que, en esta ocasión, han pasado por Granada para demostrar que otra forma de hacer música es posible y que la calidad es una apuesta que hay que hacer desde dentro de la propia banda, con exigencia y con las cosas muy claras para dar lugar a noches como la que pudimos vivir el miércoles de feria (fuera de la feria) en Granada.

Crónica: María Villa
Fotos: Juan Carlos Mariano