Antes del anochecer comenzaron a vislumbrarse los destellos que vibrarían en la terraza del Hotel Barceló de Valencia. Nueva cita en las alturas del Live the Roof que, por diferentes motivos, llegaría a situarse junto a ese precipicio que precede a la emoción y acaba por desbordarse. El protagonista, un Enric Montefusco acompañado de miembros del Coro Cambra 16, que volvía a la ciudad con Micro-Cénit, la excusa perfecta para mutar su repertorio en un nuevo formato en el que la distancia corta acaba por atacar a discreción a cada uno de los asistentes. El vértigo de esa direccionalidad prácticamente en primera persona.
La magia de un concierto sobre el que pesaban los “ays” continuos y los corazones encogidos, y es que el segundo de los vértigos flotaba por la terraza como algo ineludible a lo que hay que hacer frente, a lo que también Enric Montefusco debe hacer frente: el adiós de Standstill y, de alguna forma, el agradecimiento eterno a todos los que formamos (aunque en la distancia) parte de ese universo. “Esta es la última vez que podremos ver algo así”, se le escapaba a alguien desde la la última fila. Lo más seguro es que no, pero entendíamos perfectamente el ánimo de estas palabras. De lo que escondían detrás. Una cita “exclusiva” a la que se le añadía el componente de ser la última vez que podría verse en esas mismas condiciones que requiere el Micro-Cénit: la cuenta atrás para Standstill es inexorable.
Esa fue la constante: ojos vidriosos y vellos erizados como reacción incontrolable a lo que el Micro-Cénit provocaba, transmitía, amasaba, liquidaba, exorcizaba... Y para ello, la sensibilidad segmentada en dos niveles: la dureza que Enric Montefusco en ocasiones puede alcanzar, el desgarro en el que batallan temas como “¿Por qué me llamas a estas horas?” o “Que no acabe el día” y el empastado que Gemma, Mariona, Esteve y Ferrán conseguían con sus voces en "Vida normal" o “Me gusta tanto”. Sin ser evidente y guardando sus armas más efectivas, los componentes del Cor Cambra 16 aparecían y desaparecían en un setlist que recorría la trayectoria del catalán por Standstill.
Ese mismo tema, "Vida normal”, se convirtió en el cénit de la tarde-noche. Un tema que desde su propio título clamaba a voces todo ese huracán de “despedida” que está viviendo y que vivirá en los próximos meses el frontman de Standstill. ¿Cómo volver a una vida normal? ¿Cómo hacerlo tras regalar a los asistentes del aniversario de BCore hace solo una semana una regresión a sus inicios? ¿Cómo hacerlo cuando el próximo 4 de octubre el adiós dejará de ser un recurso estilístico para convertirse solo en un “adiós”? ¿Cómo hacerlo tras la levitación colectiva conseguida en cada Micro-Cénit? La emoción se instaló también tras la guitarra española de Montefusco, tras su micro, tras sus versos... “...Recortaba una revistas antiavalanchas. Escogió una vida normal...”.
Para él se guardó ese "¿Por qué me llamas a estas horas?", en solitaro y en la previa del descanso (a pesar de ser un concierto de poco más de 1 hora de duración contó con ese respiro para los músicos), con el que cambió la guitarra por la acústica y en el que daba igual que su tesitura vocal no llegara correctamente a las notas esperadas. No importa cuando el desgarro que consigue sosteniendo su voz precisamente en ese "... no me importa oir mi voz, voz, voz... ". Uno de los temas "bandera" de Standstill que se reinventaba en la lejanía desnuda de la soledad de Montefusco.
Y en este recorrido por prácticamente los 10 años de temas en castellano que lleva a sus espaldas (otro puñado de años más en su trayectoria anterior), el homenaje a Leonard Cohen con un “Bird on the Wire” en catalán con el que quedarnos, también, en el alambre para acabar con esa oda al optimismo, a la lucha continua sin “peros”: “Adelante Bonaparte”. El “...sol de invierno...” volvería a brillar, una vez había caído ya la noche en la ciudad, para poner el punto y final en este Live The Roof, en el Micro-Cénit, pero un punto y seguido en la propia carrera de Montefusco. El “adiós”, el honor, el homenaje, la gratitud, la sinceridad, la reverencia, la lágrima... y nuevamente la emoción, presente desde el “1, 2, 3 sombra” hasta la catarsis anímica del “adelante”, con los asistentes medio-entregados (esos cánticos a media voz compartidos para, quizás, no romper el ambiente) para terminar de sucumbir.
El cénit es esto. Fue esto. Será esto. Y lo más seguro es que en unos días la sensación de eternidad respirada en la terraza del Hotel Barceló desaparecerá y pocos recordaremos que nos dejamos zarandear por Enric Montefusco y el Cor Cambra 16. Llegarán otras emociones, otras músicas compartidas al nivel de la epidermis, otros proyectos con Montefusco, sin él... pero podremos recordar que el cénit fue aquello, fue esto, será esto. Y en nuestra memoria emocional, todavía escuchamos las olas del "Vuela, extranjero" con el que nos quedaremos como aplauso final (que no definitivo) a Montefusco y, por alusiones, a Standstill.
Enric Montefusco: “Vuela, extranjero” (2014)
Micro-Cénit
Micro-Cénit
Micro-Cénit
Micro-Cénit
Micro-Cénit
Micro-Cénit
Setlist Micro-Cénit:
01. 1, 2, 3 sombra
02. Feliz en tu día
03. Que no acabe el día
04. Conjuro de todos los tiempos
05. Tocar el cielo
06. Nunca, nunca, nunca
07. Vuela, extranjero
08. ¿Por qué me llamas a estas horas?
09. Yo soy el presidente de la escalera
10. Vida normal
11. Si vieras
12. Me gusta tanto
13. Un sitio nuevo
14. Bird on the wire
15. Adelante Bonaparte
Próximos conciertos Live The Roof (Hotel Barceló Valencia):
18 Julio – Sr. Chinarro (20h, 15 €)
08 Agosto – Carlos Sadness (20h, 15 €)
15 Agosto – Juan Perro (20h, 27 €)
20 Agosto – Zahara (20h, 18 €)
05 Septiembre – Carmen Boza (20h, 15 €)
11 Septiembre – Mikel Erentxun (20h, 25 €)
19 Septeiembre – El Kanka (20h, 15 €)
Más info:
http://www.livetheroof.com/
http://www.standstillband.com/
https://www.facebook.com/pages/Cambra-16/496266153749058
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