La formación presenta “Bye” en el Café Mercedes Jazz de Valencia 

Este 2016 comenzaba con el lanzamiento del nuevo trabajo del trío Naima, “Bye”, fraguado al otro lado del Atlántico. Una victoria en mitad de un trayecto de experimentación sonora que solo ha sido el tallo germinado de un trabajo a conciencia. Cuneiform Records apostó por la formación que el viernes 1 de abril presentará ese mismo trabajo en el Café Mercedes Jazz de Valencia (22.30h, 8 €). La excusa perfecta para mirar hacia otras texturas musicales en una escena, la valenciana, que a veces languidece entre sus propuestas. 

Jazz. Nu jazz. Música contemporánea. Pop. En la raíz conceptual de Naima podemos diseccionar a trompicones algunos de los elementos compositivos que trascienden a su música. Porque experimentan en esas texturas que los sintetizadores velados consiguen aportar a los loops de percusión y piano. Porque entablan el diálogo perfecto entre la solidez siempre hermética del jazz y la digestión pausada del pop intoxicado de jazz. “Bye” es el trabajo más destilado de Naima. Quizás el más “amable”, el que más puede conectar con el público más fundamentalista y con el que simplemente se deja llevar por sus melódicos paisajes. Quizás por eso es indiscutible que el trío se ha convertido en una de las referencias europeas destacadas de los últimos años. 

Un cuarto trabajo con una vuelta de tuerca a la propia formación que llega tras “A trio conspiracy” y creando espacios habitables. Aunque esto no sorprende. Desde aquel “Uno” que publicaron hace 10 años han evolucionado en cuanto a la composición. Y es que “Bye” son 9 canciones (7 temas y dos versiones alternativas) que más que despedidas son las miradas furtivas a sus propios relatos implícitos. El primer tema que nos llegó de este trabajo fue “Al llegar sabríamos tanto como ella”, un corte en el que se hacen concesiones a los elementos argumentales más clásicos del jazz (el solo de Rafael Ramos al contrabajo es el ejemplo) pero dejarse envolver por el halo de frialdad que en ocasiones encierra el jazz más actual. Líneas líricas que carecen de letra pero que ahondan en la conectividad directa con el público. 

Naima ha conseguido, gracias en parte por la apuesta y la confianza que han puesto en la formación, formar parte de festivales como el Deleste, muy al margen de lo que, a priori, se esperaría de una banda de jazz. La forma de proyectar sombra (o luz, según se mire) a un público no tan acostumbrado a este estilo. Quique Ruiz (piano) y Luis Torregrosa (percusión) y Rafael Ramos (contrabajo) han conseguido con “Bye” seguir con los pies en la tierra y aferrarse a la magia que transmiten en sus composiciones. “Les Débris”, “Animal Chin” o “Can’t make a sound” son algunos de los cortes con los que transforman la displicencia formal del jazz para transformarla. Las rudas distorsiones de “Can’t make a sound”, por ejemplo, y sin rubor alguno, que dan paso a la delicada melodía al piano y que consiguen elevar la pieza a ese final en suspensión. La transformación de un tema de Elliot Smith que adquiere brillantez máxima en este “Bye”. 

El estreno oficial de este cuarto trabajo tiene ese aire de esencialidad que pocas veces encontramos en las presentaciones de discos. Porque desplegarán su setlist sobre íntimo escenario del Café Mercedes Jazz. Porque arrastrarán a los neófitos y a los más veteranos del lugar. Porque “Bye” es uno de los trabajos a destacar esta temporada. Os dejamos con el clip de “Al llegar sabríamos tanto como ella”.

   

Naima: “Al llegar sabríamos tanto como ella” (Dir. Legrafico, 2016)