“Pero
en la era del consumo fácil, de los 50 segundos de atención,
algunos vamos a la contra. Y si estás viendo ésto, estás a la
contra”. Así de clarividentes y rotundos se muestran The Black
Lennons, el dúo compuesto por Julen Palacios y Agustín Horischnik
cuando hablan de su disco de presentación, el tan brillante como
inclasificable “Querida Lógica”. Diez cortes por los que campan
a sus anchas la ironía y el sentido del humor más ácido, la
descontextualización histórica en forma de fábula literaria, la
deconstrucción post-estructuralista y la apropiación postmoderna,
lo local y lo extraño, la locura lúcida y la cuerda sinrazón.
Concebido
como una obra conceptual, “Querida
Lógica” es un delirante
tratado musical post punk que mezcla filosofía con sit-coms, lógica
kantiana con drogas, inconsciente colectivo con el yoga acuático,
psicoanalismo con bares sadomaso o el Torremolinos más kistch con la
Europa decimonónica. Sigmund
Freud, Ludwig Wittengstein, Richard Wagner y Carl
Gustav Jung son los
protagonistas de esta zarzuela futurista en la que las ilustres
figuras del XIX se trasladan al Torremolinos actual para ponerse
hasta arriba de sardinas, alcohol y otras substancias en lugares como
Apartamentos Bajondillo o los bares Lo Siniestro (regentado por
Freud) o el Lennon's Bar.
Foto: Pablo Zapata
Julen
Palacios (voz, guitarra, bases), ha formado parte de grupos
como Las Malas Lenguas o Modulok, además
de ser unos de los artífices de Los Cuantos, La Familia
Atávica o La Femme Fakir y Agustín
Horischnik (batería y teclado) ha formado parte
de Modulok y La Familia Atávica. Junto
a la pareja una antigua conocida: Silvia Grijalba que
pone su theremin y firma con Julen las letras de “Aquajung” y
“The Black Rose”. Para grabar su debut, nada mejor que volver al
estudio con Miguel Lorenzo, donde el año pasado Julen
Palacios registraba el primer álbum de La Femme
Fakir. Además de colaborar al bajo y teclados en tres
temas, Miguel ha sido el responsable de la
grabación, mezcla, masterización y producción en los
estudios Influx del cd editado por El Muelle
Records.
El
disco se abre con “Lennon's Bar”. Minuto y medio
les basta a nuestros anfitriones para con sólo unas ligeras
percusiones y un perezoso punteo de guitarra sobre los que se alza el
recitado de Julen, mostrarnos la atmósfera cannábica del club que
frecuentan el padre del psicoanalismo y el autor de Así
habló Zaratrusta. Un tema breve pero que ya nos da pistas por la
querencia del dúo hacia espacios tan sencillos como tenues en lo
musical. “Aquajung” continua la progresión
hipnótica del disco por medio de un repetitivo teclado para
finalizar con la letanía “Y ella sigue igual. Hacia la tumba.
Hasta el despertar”, a la vez que en dos pinceladas nos retrata una
irónica y cruel visión de aquellos que cuidan cuerpo & espíritu
creyendo que ambos son imperecederos.
El
secuenciador se erige en protagonista de “Tractatus
(Leather Bar)” creando
una pieza con disonancias bailables entre las que Ludwig
Wittgensteim (filósofo
austríaco autor del Tractatus Lógico Philosophicus) se pregunta si
el fondo oscuro del bar esconde un universo de sadomasoquismo. Lo
normal es que así sea, no olvidemos que estamos en una ficción
creada por The
Black Lennons.
Foto: Pablo Zapata
“Baila
sin luz: querida lógica ¿qué sabes tú?” La hermosa letra de los
primeros versos de la canción que da título al álbum, "Querida
Lógica",
consigue ensamblar un ambiente industrial y disonante para
construir una contundente metáfora musical en la que la lógica, a
la hora de aliviar el aislamiento del individuo es tan útil como el
agua del Carmen. “Lo
Siniestro (Psycho Bar) es
el segundo garito al que nos invitan Julen y Agustín en
su ficticia gira por Torremolinos. Sin lugar a dudas el chiringuito
regentado por Freud es el más animado hasta el momento; la oscuridad
post punk de los alaridos de Julen junto al bailable ritmo del bajo
nos trasladan a un after en el que igual se trapichea con sentencias
del tipo “la pasión produce sed” que con todo tipo de
substancias que apaciguan los espíritus inquietos.
En “Invadiendo
El Bajoncillo” asistimos (¿incrédulos?) a un episodio
sexual de Richard Wagner después de una desfasadora
noche de reaggeaton. La mínima instrumentación del corte le da a
los Apartamentos El Bajoncillo de Torremolinos el mismo glamour de
decadentismo romántico que tuvieron el neoyorquino Chelsea
Hotel o el Château Marmont de Los Ángeles.
Los guitarrazos a los que nos tiene acostumbrado Julen no aparecen
hasta la pista 7. En “Blue Vibrato Boy” unos
sencillos riffs de guitarra y el hipnotizante protagonismo del
theremin de Silvia Grijalba son suficientes para
construir uno de los temas más rotundos del decálogo. Tras el
pequeño bajón que supone “Vaya Pelos”, debido
quizás a una duración que duplica a la del resto de
composiciones, “The Black Rose” , el tema más
breve y sencillo de los diez, da paso a la canción escogida como
primer single y sin duda la mejor que encierra Querida
Lógica.
"Tú
Muerdes", el corte que cierra el álbum, sintetiza a
modo de epílogo la doctrina musical y lírica de The Black
Lennons en sus poco más de cinco minutos. Bases sintéticas
sencillas, la magia de ciencia ficción que introduce el theremin de
Silvia, guitarras hirientes y una sencilla batería construyen un
personal entramado sonoro tan claustrofóbico como bailable mientras
se repiten los mismos versos que en "Aquajung", “Hacia
la tumba. Hacia el despertar.”
Lo
cierto es que buceando en las entrañas de estos diez cortes hemos
acabado enamorándonos de ellos. Y es que aún después de todo lo
dicho, “Querida Lógica” es un disco para sonar
entero en una de tus fiestas.
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