Tras un
dÃa con un calor algo sofocante, se abrió la noche acompañada de una gran luna,
como elemento clave en el Parque Almansa, era un aviso de la noche que
esperaba. Con una puntualidad casi inglesa, comenzó el concierto dentro del XIX Festival de Jazz de San Javier, el
“crooner andaluz” como muchos lo llaman, Zenet
como nombre artÃstico, Toni para los amigos, vino para ganar, era la primera
vez que participaba en este festival y vino bien equipado.
Merecen
ser presentados por el grandÃsimo espectáculo que dieron y la pasión que
transmitieron, Pepe Rivero al piano que dio grandes muestras del amplio dominio
y de las tablas que tiene. Uno de los
grandes fieles de Zenet, el gran guitarrista José Taboada junto a el
trompetista Manuel Machado. En esta
ocasión también contó con el maravilloso violinista Raúl MartÃnez, el trombón
de Ove Larson, el contrabajo de Irvys Méndez y el baterÃa Moisés Porro, que puso el punto
latino a la noche.
Realizando
un breve repaso por su trilogÃa
discográfica, cantó “Dientes de
rata”, “Soñar contigo”, “Ella era mala”,
“Estela”, “No lo dudes” de su primer álbum “Los mares de china“(2008). También tuvo un recuerdo para su segundo álbum,
con “Fue por casualidad” del álbum “Todas las calles “(2010) lleno del swing
con aires de Nueva York o Philadelphia. De su tercer álbum “La menor
explicación “(2012), nos deleito con “Por
debajo de Madrid” con sabores del chotis
mas castizo, su estilo más canalla con “Sé
que estás pensando en mi” y su
declaración sin paños calientes en “Me gustas” para ellos llamada también como
“Eres”.
Hizo
las delicias del publico, cuando presento algunos de los temas de su
nuevo álbum, que verá la luz en septiembre “Si sucede, conviene”, con el single
ya en plataformas digitales “Fuiste tu” nos traslado a la habana y arranco los
pies de más de uno de los que estaban escuchándolo. “Casi mejor”
y una balada con toques de bolero llamada “Que será”, abrió boca de lo
que será un álbum, exquisito con claras influencias latinas, como el mismo dijo
donde invita a viajar a través de sus canciones como lo ha hecho en sus discos
anteriores.
Su
mezcla de fado, tango, chotis, jazz, copla malagueña e influencias latinas,
saliéndose algo de los tópicos pero sonando a grandes clásicos, ha sido junto
con las grandes letras de Javier Laguna y su chorro de voz, que todavÃa no ha
encontrado lÃmites, lo que hacen que sea comparado con los grandes. Levanto al público y dejó con ganas de más,
asà que vaticino que el nuevo álbum, será un gran éxito.
Todo no
acabo ahÃ, todavÃa quedaba la traca final, tras modificar el escenario,
subieron al escenario un grupo que serÃa el broche perfecto a esa noche, grupo
que el mismo Zenet presentaba, haciendo alusión a sus años en el instituto,
mencionando que los llevaba en su carpeta del instituto porque era uno de sus
grupos favoritos, los mÃticos SPYRO GYRA,
que con 34 discos, se sentÃan como pez en el agua, y demostraron sobre el
escenario las tablas que les dan los
casi 40 años de bagaje a sus espaldas .
Disfrutaron y nos hicieron
vibrar en los asientos, el gran Jay Beckenstein, que a pesar de que su español
no era “mucho bueno”, mostro su domino del saxo y del oboe, no solo de manera individual
sino en algunos momentos tocando los dos a la vez, propio de un gran maestro,
al que a ratos podÃa verse de brazos cruzados sobre su saxo con los ojos
cerrados viviendo el momento como si estuviera en un profundo trance, mientras
el resto de componentes nos hacÃan flipar
con su increÃble dominio del instrumento.
Tom
Schuman, jugó con los teclados y nos hizo trasladarnos a varias zonas de nueva
Orleans, como al patio de una casa de Cuba.Acompañados
del bajo de Scott Ambush, el cual parecÃa no inmutarse mientras hacÃa unos
ritmos que nos calaban bien hondo, el baterÃa Lee Pearson con una pegada
increÃble y que nos deleitó con un solo que dejó a mas de uno literalmente con
la boca abierta, y el gran guitarrista Julio Fernández de origen cubano, criado
en Nueva York y cuyo dominio de la guitarra nos llevaba a su antojo desde los
ritmos más potentes a los más sutiles y delicados, erizándonos la piel. Esta era su segunda visita al festival y
dieron de nuevo muestras de alegrÃa, pasión, elegancia y cercanÃa tanto dentro
como fuera del escenario.
Uno de
los grandes momentos, que toco el alma de muchos, algunos cubanos sentados en
las butacas, fue cuando Julio Fernández contó su infancia en cuba, donde
comenzó a tocar la guitarra y compuso de sus recuerdos una canción llamada “de
la luz”, si cerrabas los ojos podÃas oler a ron y puro habano, junto a un
abuelo y un niño tocando y bailando en un patio de algún lugar de Cuba.
Agradecer
a este mÃtico grupo, su maestrÃa y su fusión, para coger el avión a través de
las canciones y hacernos volar. Esperamos también volver a verlos, pronto.
Crónica: Redacción
Fotos: FOL CONTRERAS
Más fotos en: FESTIVAL JAZZ SAN JAVIER
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