Ayer Viva Suecia tomaban rienda del tramo final del Live The Roof en Valencia con un formato único en el que, la intimidad, sensibilidad y sencillez, fueron las protagonistas. Las dos últimas fechas de esta edición contarán con las actuaciones de El Kanka (26 de Agosto) y L.A (1 de Septiembre).

Lo atractivo de la propuesta de ayer era habitar las canciones de los murcianos Viva Suecia en un distanciamiento de la electricidad y potencia que poseen en ese juego de contrastes que tan bien manejan entre la calma y la tempestad. Presenciar el cambio de matices y la adaptación de la esencia de su música con Rafa Val como alma con capacidad de sobra de desnudar el repertorio para llevarlo a ese terreno no transitado. Un reto personal en una excepcional ejercicio de introspección que le llevó a acometer una brillante salida de la zona de confort. Sin el refuerzo de la banda; con su voz, un piano, una acústica, una eléctrica, el uso de loops y otros efectos mágicos de su pedalera condujo un directo de esos que deja momentos singulares e irrepetibles. 

Quizá eso de lo de crear magia en la música en directo esté mas visto que los tebeos; pero vamos a seguir recurriendo a ello cuando lo creamos necesario. Vital, diría yo. El hilo argumental que se iba impregnando en cada uno de los comentarios que Rafa iba sacando entre los temas del repertorio, fue desgranando historias más escondidas de las que pudiéramos imaginar. Aún reconociendo que era algo a lo que siempre mostró cierta reticencia, podemos asegurar que fue algo necesario dentro la lógica del discurso sonoro en un entorno en las alturas y en una nueva dimensión explorada, encajando a la perfección y contribuyendo a mostrar en un ejercicio de sencillez y humildad algunos recovecos impenetrables hasta el momento. 

“Bien por ti” o “Permiso o perdón” de su primer trabajo “La fuerza mayor”, por derecho ya dos himnos de la banda y parte siempre presente en sus conciertos, dejaron alguno de los momentos más emotivos. Emotividad contenida durante todo el concierto por un público deslumbrante en cuánto al silencio guardado, la atención puesta y las muestras de cariño y respeto que regalaron una conexión infinita con Rafa. Un músico eternamente agradecido a sus seguidores y a aquellos a quienes le trajeron hasta la terraza del edificio Veles e Vents. 

Desde la admiración y el hecho de desmitificar a sus propios ídolos nació una particular licencia de revisar y llevarlo a su terreno el tema de “Febrero” de los valencianos La habitación Roja. “Piedad”, “El nudo y la esperanza” o la rotunda y sobresaliente “¿A dónde ir?", por citar algunas más, fueron también parte de lo que pudimos sentir con el repertorio de ayer. No nos detendremos en pormenorizar todos los detalles pero sí nos gustaría resaltar que el afronte en solitario nos dejo con una muestra de su capacidad vocal, llevándola a dimensiones de mayor grandeza. Una grata sorpresa que ganó muchos enteros a la gama cromática que tan bien esculpe la belleza que reina en el universo sonoro de Viva Suecia.

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