“Todos somos contingentes, pero Mama’ Baker es necesaria”. Así
de claro lo expresó ayer, en clave ‘cordeliana’, Juan Alberto (Niños Mutantes)
sobre el escenario de Planta Baja.
Ha sido un año “Lunar” el que ha
transcurrido desde la reedición del disco, y tan sólo unos meses
desde que les volvimos a ver sobre los escenarios. Entonces entraron
directamente “En Órbita”. Ayer hicieron orbitar a sus seguidores con el influjo
de la banda que posiblemente fue semilla de lo que, hoy por hoy, se identifica
como “sonido Granada” fuera de nuestras ‘fronteras’.
Si, hace más de veinte años, la banda bebió de las fuentes
de Los Ángeles, para su generación
coetánea, que aún siente nostalgia de todo “El calor azul” que dejaron, el
secreto de su éxito estuvo en ese punk suave, que les acercaba más a Los Nikis. Con esas influencias, facturaron sonidos que se asimilaron a una rebeldía controlada que nunca hizo verdaderos
guerrilleros, pero forjó unos gustos muy definidos, cocidos a fuego lento entre
las barras de los muchos pubs donde se iba, sencillamente, a escuchar música.
Y a eso fueron anoche, moteando de camisetas azules el negro
intenso de Planta Baja, unos fans
que se sabían de principio a fin todos los temas de Mama’ Baker y los corearon, a veces más fuerte que la propia banda, poniendo en duda lo de que “Nunca triunfaron”, frase con la que Eduardo Tébar
abría el artículo con el que supimos de la reedición de “Lunar”, veinte años después de su grabación.
En un concierto especial, pre navideño, lleno de caras
conocidas del panorama musical actual, de todas las generaciones, los granadinos
disfrutaron, sonaron mejor que nunca, compartieron momentos inolvidables,
bromearon e invitaron al escenario a otros ilustres paisanos como Juan Alberto,
Andrés y Nani (Niños Mutantes), llegando a ser por unos momentos unos empacados
Mamá Mutante que dejaron claras las imbricaciones
que unen a ambas bandas. Herederos directos los segundos de Mama' Baker, no sólo por el sonido,
sobre todo en sus pasos iniciales, sino también en algunos de sus miembros, las
imágenes de ayer satisficieron a los fans de ambas formaciones.
No faltaron tampoco colaboraciones tan electrizantes como la
de Alejandro Méndez (Lori Meyers), que sacó brillo y esplendor a la telecaster que anoche
pasó por las mejores manos. Tampoco faltó sobre las tablas la colaboración
de otro de los hermanos Haro -Jesús-, mientras Dani hacía la observación de que
“Hay más Haro en el escenario que en la cárcel, afortunadamente” ante las risas
de un público que no terminó de entender la broma, pero es esa, la esencia, del
“humor -malafollá- granaíno”. Un Daniel
Herrera que se mostró ayer más en plena forma que nunca y que era todo
actitud en el escenario, lo cuál no sólo no sorprende, sino que era de esperar tras el engrasado al que se ha sometido la banda en este año.
Versiones de Los
Nikis y Los Ángeles y, por supuesto,
temas tan imprescindibles que han sido himnos de muchos de los asistentes, como
“Pa”, “Cerebro”, “Pablo” o uno de los que mejor ha envejecido “Cuando te vi”,
que suena hoy tan intensa como hace veinte años. Como bien mencionó ayer Andrés
(Niños Mutantes), quitando la frase
casi de la boca a su compañero Juan Alberto “Ninguno de vosotros seríais lo que
sois si no hubiera existido Mama’ Baker”.
Y es que, cuando se dan las circunstancias que se dieron en
aquellos momentos en Granada (como la existencia de El Peatón, la Burbuja o la Pompa entre otros), con esa
sed de música y los permisos necesarios para no entorpecer su desarrollo,
empiezan a aflorar y florecer proyectos, como fueron en los noventa Mama’ Baker, pero también tantos otros coetáneos
que tuvieron desigual suerte y que, en muchos casos, se mezclaron y
transformaron después en otros más exitosos o, desgraciadamente,
desaparecieron.
Casi hora y media de música, muchos sentimientos por los que
debieron estar ayer allí pero no estaban y un dulce recuerdo para los que cumplían
su sueño de ver a su banda de referencia sobre el escenario del emblemático Planta Baja, catedral del rock local para todos los criados al amparo de nuestra particular "movida".
Un año lunar, llegado en
una época en la que las resurrecciones han estado a la orden del día y nos
hacen pensar ¿y si también resucitasen Cecilia Ann? ¿por qué no? soñar
no cuesta. Aunque ayer no era día de nostalgias, era día de alegría, casi exaltación
de la amistad, como quedó claro en el caluroso abrazo entre Dani y Juan Alberto
sobre el escenario, por la buena música, que es la que permanece aunque pase el
tiempo. Ayer, sin dudas, fue el día en el que Mama’
Baker triunfaron.
CRÓNICA Y FOTOS: María Villa
Más fotos en: MAMA' BAKER PLANTA BAJA
0 Comentarios
¡Comparte tu opinión!
Esperamos tu comentario