Les han asignado la etiqueta de “kinkidelia”, más porque
tenemos tendencia a etiquetarlo todo, que porque realmente tengan un estilo al
que se pueda encorsetar entre ambos conceptos. DifÃcil tarea serÃa precisamente
esa, la de reducir las múltiples influencias y los innumerables matices de Derby Motoreta’s Burrito Kachimba a un
par de ideas que simplifiquen la intensidad de uno de los grupos andaluces que ha
saltado con más fuerza a la escena musical sureña.
A BoogaClub
llegaron ayer presentando su primer disco homónimo “Derby Motoreta’s Burrito Kachimba” (El Segell/Universal, 19).
Siete cortes que van literalmente “sobre ruedas” y que, en directo, invitan a un
viaje psicodélico, entre ácido y aflamencado, con ese deje en la voz que, inevitablemente,
nos hace pensar que estos sevillanos pueden ser, sin dudas, los herederos
más directos de Triana.
No huyen, ni en sus melodÃas ni en sus letras, de esa
herencia del rock andaluz que tanto éxito y arraigo tuvo en estas tierras y
que, ahora, además, se expande por el resto de la penÃnsula con un grupo que ya
ha sido confirmado en el Bilbao BBK live
compartiendo cartel con la mismÃsima RosalÃa y Liam Gallager, entre otros.
Aunque, de relacionarse con las raÃces flamencas de nuestra
tierra, nada les emparenta con el nuevo flamenco de RosalÃa o El Niño de Elche,
sino que se identifican más con la poco reconocida psicodelia de Las Grecas, a quien dedican incluso un
tema en su disco.
Un concierto algo corto (la banda no tiene muchos más
temas aún para llevar al directo), pero intenso. Con una puesta en escena
brutal a la que no le hubiera venido mal unos cuantos metros más de escenario
para moverse como lo hicieron en Sevilla, donde les vimos por primera vez en el
Monkey Week, aunque ya habÃan sido
una revelación en el Monkey Weekend del
Puerto de Santa MarÃa el año anterior.
Especial impresión con “Sommium Igni”, tema con el que
sacaron a relucir también sus actitudes más teatrales, con Miguel, su carismático vocalista, recitando antes de romper en un tema que tiene todos los ingredientes para
impactar en sus estudiados directos.
De ellos se está hablando como renovadores del estilo,
vuelta de tuerca y fenómeno musical, frases hechas con las que podemos definirles
plenamente sin olvidarnos de que, tras estas “motoretas” hay grandes músicos provenientes
de formaciones como The Milkyway
Express, Furia Trinidad o Quentin Gas y Los ZÃngaros, muchas tablas entre
todos como para que esto sea algo accidental.
De sà mismos dicen que “Para
nosotros lo “kinki” es una metáfora de la existencia, es sacarle la navajilla a
la vida” y asà les vimos ayer, navaja en mano, con mucha actitud y muchas
ganas de comerse los escenarios a base de temas pegadizos y bien hechos, como era
necesario, representando la esperanza real de la psicodelia “made in Al-Andalus”.
Cerrando el concierto con un único bis, dejando con ganas de más a
los asistentes, “El salto del gitano”
como himno propio de la banda para despedirse para dirigirse a la zona de
merchan, sin pasar por camerinos, compartir fotos y sonrisas con sus fans
mientras “Las Grecas” ponÃan la banda sonora a la despedida de una noche
realmente memorable.
Crónica y fotos: MarÃa Villa
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