[Crónica] Las Migas en Granada (19/11/2023)

 


Desde que ganaran un Latin Grammy el año pasado al Mejor Álbum Flamenco por su último trabajo LIBRES y un Premio de la Música Independiente (MIN) al mejor álbum de flamenco 2020, Las Migas han sumado varios puntos a su popularidad, prueba de ello es que el texto que así lo explica sirve de reclamo en algunos de sus conciertos.



No es sin embargo ésta el mayor logro de la banda, sino el hecho de llevar más de dieciocho años sobre los escenarios defendiendo un flamenco alegre, desenfadado, femenino y reivindicativo. Incombustibles y cada vez más empoderadas, la banda se ha convertido en un referente.



Las Migas son un cuarteto de distintas procedencias, conformado por Marta Robles a la dirección, composición y guitarra, Carolina “La Chispa” a la voz, Alicia Grillo a la otra guitarra, y Laura Pacios al violín que, en esta ocasión venían acompañadas de Bori Albero al contrabajo. Como colaboración a los coros, aportando fuerza y calidez, Esperanza y Paula se incorporaron a partir del tercer tema y permanecieron con el grupo casi todo el concierto.



A pesar de que al cuarteto se le esperaba con ganas en Granada, el hecho de que su concierto fuera en domingo, en un horario que ya entra en la franja nocturna, hizo que a Granada10 no asistiera tanto público como hubiera sido de esperar. Aún así, una generosa entrada arropó y dio calor a la banda desde un rato antes del comienzo. Buen sonido y buena iluminación fueron la tónica de todo el concierto que pudimos presenciar.



Con el desparpajo y la gracias que las caracteriza, distribuidas en un espacio que como ellas dijeron “se nos ha quedado chico”, sacaron todo el partido a la distribución repartiéndose el espacio para que cada una de ellas fuese el foco de atención en el momento oportuno.



Intervenciones muy medidas para dirigirse a público y un repertorio ágil y bien diseñado en el que pudimos escuchar temas como “Milonga del corazón”, las preciosas alegrías tituladas “El mar”, su canción dedicada a “Asturias”, los “Tangos de la repompa” o el tema que sacaron para celebrar que habían ganado el grammy, “La desgana”, un tema que les dio mucho trabajo y que retomaron varias veces antes de verlo claro y que ahora es uno de sus imprescindibles.



A lo largo del concierto la banda va dando espacio a cada una de sus componentes para demostrar su enorme valía y solvencia sin opacarse unas a otras, sino sumando y haciéndonos disfrutar del buen ambiente que contagian en cada una de sus intervenciones, como el guitarreo donde escuchábamos una Zarzamora que nos llevaba a los tintes flamencos en forma de homenaje a esas mujeres que se ganaron la vida en los tablaos a base de arte y salero.



Un final festivo, a la altura de lo esperado con un popurrí de rumba catalana y una “Motomami” que sonó a bureo del bueno, del que se marcan las mujeres cuando se reúnen a tocar las palmas y cantarse las unas a las otras. Para los bises, su “Antonia” y una despedida con promesa de volver lo antes posible. Ojalá se así, porque Las Migas, son uno de esos grupos que te vas a ver un domingo por la noche y te alegran, como mínimo, la semana.


Crónica y fotos: María Villa 

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